Valencia Premio Región más Emprendedora de Europa

antonio 9 julio, 2014

Resulta un poco contradictorio escuchar a diario y desde hace varios años, los problemas económicos tan terribles por los que España atraviesa, y en cambio leer de pronto, en Europa Press, la noticia de que se le otorga a Valencia el Premio a la Región más Emprendedora de Europa. Parece bastante sorprendente. Claro, desde fuera de esta Comunidad puede verse de una manera más que optimista. Incluso muchos pensarán que “el origen de la burbuja inmobiliaria” o, al menos, la primera en verse inmersa, por fuerza debe ser también la primera en salir de ella. ¿Pero hasta qué punto es creíble este galardón concedido por EER cuando apenas hace unos meses se cerró la segunda cadena de televisión C9, por número de empleados y la de mayor audiencia de los canales autonómicos, en proporción de habitantes?

Desde dentro la noticia es mucho más llamativa. Como residente de esta Comunidad Valenciana, he contemplado con estupor el cierre de más de 34.000 empresas sólo en mi ciudad, y en tan sólo unos meses, entre los años 2009 y 2010. Reconozco mi cobardía al no querer averiguar el número total de empresas cerradas entre el 2008 y 2014, ni mucho menos en la totalidad de la Comunidad Valenciana. Pero resulta que según los datos de este Comité Europeo que estudia las Regiones y que componen la Unión Europea, en la Región Valenciana se han creado 4.200 empresas durante esta primera mitad del 2014 y la calidad de estas, su funcionalidad y desarrollo son un ejemplo a seguir, bajo la tutela admirable de su Presidente de la Generalitat, el Sr. Alberto Fabra, el mismo que cerró la cadena pública con unas pérdidas superiores a 1.200 millones de euros (la deuda acumulada solamente, ya ascendían a unos 1.000 millones).

Así el estado contradictorio en que me encuentro, pasaré a ampliar la noticia del evento, intentando dar un aire optimista a este problema grave de economía por el que pasamos, pues esa creo que es la intención perseguida con el Premio recibido y otorgado, en completa connivencia por ambas partes. ¿Por qué no se ha otorgado a regiones más innovadoras de Alemania, Francia o Reino Unido, que suelen copar las noticias sobre investigación y desarrollo i+d? Veamos por qué.

La noticia de Europa Press está fechada en Valencia, el pasado 25 de junio del 2014. Además de la Región Valenciana, han recibido Premio Irlanda del Norte y el área metropolitana de Lisboa (dato que ofrezco por mi parte y que no consta en dicha noticia). Precisamente el Presidente de EER (Comité Europeo de las Regiones) es el español Ramón Luis Valcárcel y “casualmente” las áreas galardonadas pertenecen a zonas muy castigadas por la crisis económica que nos azota. El Premio conlleva una serie de ayudas, en forma de “subsidios”, dirigidas desde la Unión Europea, que se recibirán a lo largo del año 2015. Las regiones españolas que también han recibido este Premio en años anteriores han sido Cataluña y la Región de Murcia. De otras partes de Europa, se han beneficiado el sur de Dinamarca, Helsinki-Uusimaa en Finlandia, Norte de Brabant, en Países Bajos, etc.

Lo que este comité europeo ha valorado en la Comunidad Valenciana son las condiciones creadas para la atención hacia la pequeña empresa, según Valcárcel, basada en un “ecosistema emprendedor”, con mecanismos eficaces de supervisión y seguimiento. Fabra, a su vez, especificó la labor de apoyo a las pymes, dirigido hacia la creación de empleo y simplificación de los formularios para fundar nuevas empresas, mejorar la financiación de las iniciativas emprendedoras y fomento de una relación directa entre las universidades y el mercado laboral a través de las empresas. Fabra, además, ha asegurado que gracias a la gestión efectuada en esta Autonomía Española, con cuatro centros de innovación empresarial, se ha contribuido a la creación de 800 nuevas empresas, ha ayudado a desarrollar los planes de negocio de otras 1.600 y favorecido la creación de 2.000 puestos de trabajo.

Fabra resaltó también iniciativas vanguardistas como el Banco de Patentes o la Transferencia de Tecnologías para favorecer la puesta en el mercado de los inventos e iniciativas (avances científicos) de los centros de conocimiento a través de las empresas. «Somos conscientes de la necesidad de apoyar a los nuevos emprendedores, a todos aquellos que quieren construir una sociedad mejor con más oportunidades y sobre todo propiciar la creación de empleo», afirmó.

OPINION PARTICULAR:

Lo negativo: Invertir en la Comunidad Valenciana como entidad se me antoja una aventura de riesgo, porque está visto que las ayudas recibidas por el Fondo Europeo no se han administrado debidamente en los últimos 20 años, ni los altísimos impuestos han facilitado la creación de más empresas ni sustentar las afectadas por la crisis. Las empresas necesitan agua, electricidad, créditos en momentos puntuales y que los impuestos sirvan para “protegerlas” y no para perjudicarlas. Si una empresa quiebra por no poder hacer frente a las subidas constantes del IVA, a los recibos abusivos de electricidad, agua, telefonía, combustibles fósiles e impuestos relativos al IRPF y los dirigidos a la Agencia Tributaria en general, es porque la gestión política de los últimos años, al menos, no es la adecuada ni favorece la creación de empresas. Si se quiere imitar el modelo capitalista más competitivo, como el norteamericano, se debe imitar también su política de impuestos, y eso es lo que falla de base. Las políticas de “Ajustes” y otras dificultades, provocaron el cierre de numerosas plantas multinacionales, como Coca-Cola en Alicante y la no apertura de otras, como IKEA en la misma ciudad. Otras, en cambio, siguen adaptaron su producción a la realidad del mercado, como la Ford de Almusafes (Valencia).

Lo positivo: Invertir en la Empresa Valenciana es productivo. Si hay una cosa con la que esté de acuerdo es en ese concepto, ya que el empresario valenciano es un ente preparado y competitivo. Puede parecer una contradicción, pero creo que la postura está más que clara: el empresario emprendedor sabe navegar contra corriente, y ese es el empresario valenciano, que a pesar de las dificultades recibidas desde todos lados (donde el famoso mini-crédito no hace más que alargar las agonías) se adapta al mercado y evoluciona. Eliminadas industrias o reducidas a algo simbólico, como el textil, siderurgia, papeleras, etc., resulta que otras siguen a buen ritmo en sus exportaciones: produciendo, diseñando y vendiendo en cantidades muy significativas. Laboratorios biogenéticos, cosméticos, óptica, calzado, productos cerámicos, cítricos y alimentarios, juguetes, artesanía, maquinaria industrial, etc., compiten contra los productos venidos de Oriente, bajo la consigna de la “CALIDAD” a precio moderado, además de productos de lujo exportados a más de 80 países del mundo. Confiar en la empresa valenciana es más que solvente, siempre que las políticas gubernamentales cumplan mínimamente su cometido, sin cargarlas más con extrañas “reformas laborales” ni más gravámenes. 2+2=4, si se bajan los impuestos, las empresas pueden crear más empleo y suben los salarios ante un mayor margen de beneficios. Primero cuidemos lo básico y después lo circunstancial. Recemos para que los políticos sepan sacarle rendimiento a los fondos que se recibirán en el 2015.