Madagascar uno de los últimos paraísos en La Tierra
Madagascar es aún un destino apenas conocido, en parte porque su inestabilidad política de los últimos años no ha propiciado especialmente el turismo, algo que va cambiando poco a poco, sin embargo es un paraíso exótico, de una belleza sin igual y en el que podemos encontrar particularidades únicas, como especies autóctonas que no existen en ningún otro lugar del planeta.
Vamos a situarnos primero: Madagascar (antes llamada Isla San Lorenzo) es una de las islas más grandes del mundo, concretamente la cuarta más grande (su tamaño es mayor que el de España); está situada en la costa Índica de África, frente a Mozambique, cuyo canal, de casi 500 kilómetros de anchura, la separa del continente. Su capital es Antananarivo, una bulliciosa ciudad en la que hay censados alrededor de 1 millón y medio de habitantes de casi 20 etnias diferentes que pueblan la isla, que en total cuenta con alrededor de 18 millones de habitantes. Su idioma es el malgache y su moneda el ariary (MGA =ariary malgache, antiguo franco malgache) (la relación con el euro en agosto 2013 es de 1 euro = 2.955 MGA).
Madasgar tiene unas características que le infieren un carácter muy particular; por un lado, más del 90% de las especies animales y vegetales malgaches son endémicas, únicas en el mundo, de las cuales, quizás la más conocida sea el lemur. Por otra parte, su poco contacto con el exterior ha mantenido muchas de sus tradiciones ancestrales intactas, por lo que su cultura resulta de una riqueza incalculable. Sus principales ciudades son Antsiranana, Mahajanga, Toamasina, Fianarantsoa, Toliara y Taolagnaro.
En los últimos años, Madagascar ha sido consciente de lo que puede aportar y lo que le puede ofrecer entrar en el sector turístico, por lo que, cada vez más, se va abriendo a los visitantes internacionales, aunque para Europa y para España, aún sigue siendo un destino desconocido.
Madagascar cuenta con una gran cantidad de Parques Nacionales y Reservas Naturales, en las que los ecosistemas y las especies están bajo protección y en las que se está desarrollando un avanzado sistema de ecoturismo. Además, el variado paisaje de Madagascar cuenta con cráteres volcánicos, montañas de casi 3.000 metros, pero sobre todo, casi 5.000 kilómetros de costa, con playas vírgenes, la mayoría desiertas, de arenas blancas desde las que se ven los arrecifes de coral. Un paraíso aún sin contaminar del que aún se puede disfrutar. Además, teniendo en cuenta que las especies endémicas de Madagascar no son peligrosas, una de las actividades que más están ayudando a fomentar los viajes de tipo turístico son los safaris fotográficos, en los que, al contrario de los safaris en África, en los que se debe cuidar el no salir del vehículo, no hay peligro de ser devorado por ningún animal, y se pueden hacer recorridos alucinantes en la naturaleza, caminando entre especies, alguna de las cuales parecen de juguete.
Pero no todo es selva y playa tropical en Madagascar, en el interior de la isla, por ejemplo, encontramos el Parque Nacional Isalo, con un paisaje que se asemeja más al lunar que al terrestre por culpa de unos extraños afloramientos de piedra arenisca y los cañones entre ellos, estrechos y escarpados. En este lugar se encuentra uno de los alojamientos más curiosos que podamos escoger en Madagascar, Relais de la Reine, una colección de casas de granito que conjuntan a la perfección con el paisaje y que cuenta con 37 espectaculares habitaciones con camas con dosel, terrazas privadas, caballos para realizar excursiones y, en la cercanía, una zona de piscinas naturales con cascadas que parecen el escenario de una película.
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Marga G.-Chas Ocaña