Las mejores fiestas populares de España
Desde el mes de julio del 2012 la revista multimedia 20minutos está realizando una encuesta libre por mediación de su página web para elegir las mejores fiestas populares de España. Puede votar cualquier visitante puntuando de uno a cinco de entre las 25 Fiestas Mayores más conocidas y el resultado hasta el momento da una abrumadora ventaja a las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy (Alicante) sobre el segundo clasificado, que no es otra que la Fiesta internacionalmente conocida de Los Sanfermines.
1.- Moros y Cristianos de Alcoy 1639 puntos
2.- San Fermin (Pamplona) 863 puntos
3.- Fallas de Valencia 805 puntos
4.- Fiestas del Pilar 710 puntos
5.- Semana Grande de Bilbao 472 puntos
6.- Descenso Internacional del Sella 401 puntos
7.- Semana Santa 397 puntos
8.- Fiesta de San Juan 393 puntos
9.- Tomatina de Buñol 357 puntos
10.- Carnaval de Canarias (Tenerife) 308 puntos
¿Qué puede considerarse para que el público se decante por una u otra fiesta? Sin duda, un valor determinante es el lujo, el espectáculo de luz, sonido y color en un despliegue de fantasía, tras siglos de mejoras y adaptaciones en cada época. Sin duda, las Fiestas de Alcoy, celebradas en abril, reúnen todo esto y más, con un esfuerzo económico y de imaginación sin comparación en el mundo. Esta ciudad, cuyas referencias a su Fiesta está documentada al menos desde el año 1415 por viajeros italianos y alemanes, y que sin duda se celebra religiosamente desde 1277, aniversario de la Batalla de Alcoy contra las revueltas de Al-Azraq, han sabido organizar un evento religioso y cívico con personalidad propia, absorbiendo las modas y las costumbres en simbiosis, para trasladar al panorama nacional e internacional su cultura y su composición musical. Será en esta población, en los años 40, donde surgió el fenómeno “Paquito el Chocolatero”, estrenado poco antes en la vecina Cocentaina, el tema más sonado, versionado y vendido de la Historia.
El factor más impactante cuando acudes como visitante procede de su ambiente, simplemente con respirar ese aire primaveral y multitudinario que circula por el Centro Histórico de la ciudad. Es una alegría contagiosa. Decenas de bandas de músicos se reúnen en la Plaza de España y da comienzo la Fiesta con gran explosión de júbilo popular. Decenas de miles de personas abarrotan las calles y al anochecer redoblan las campanas, los castillos de fuegos artificiales iluminan el cielo de colores y te sumerges en una muchedumbre que aplaude las formaciones (filás o comparsas) perseguidas por las bandas tocando sonidos armoniosos y resonantes. Todo se hace muy marcial, diría que orgulloso, y observas que nada está improvisado, que nadie “ordena” nada pero que todo se desarrolla en estricto orden.
Pero lo contado explica un poco lo que ocurre el primer día. Es en el segundo, en los grandes desfiles de “La Entrada”, cuando el visitante primerizo piensa que está alucinando. Recuerdo un año en que invité a unos amigos de Argentina y me sorprendí verlos a ambos con los ojos llenos de lágrimas, en una emoción difícil de explicar. Sin duda es la música que trasmite, con una poderosa marcialidad de pasodoble, todo un sentimiento encontrado. Sería la visión del caballo bien conducido, la comparsa sincronizada en unos trajes elegantes y coloridos, la emocionante respuesta del público que vitorea y regala nubes de confeti, lo que confiere en su conjunto un plano visual y auditivo sin igual y que trasmite las más diversas emociones, quizás porque la primavera nos convierte en seres más sensibles.
Alrededor de 700.000 personas acuden cada año a las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy. Decenas de compositores han creado sus obras especialmente para esta Fiesta en los dos últimos siglos. Existen en el Museo de Fiestas, en el Casal de Sant Jordi, trajes de moro y de cristiano que superan los 100.000 euros. Pieles de armiño,chinchilla, visón, plumas de pavo real y avestruz, oro, plata y pedrería, algunas capas bordadas artesanalmente superan los 30.000 euros, con los materiales más lujosos, “sólo” para exhibirse durante los tres días y nunca más verse (excepto los que quedan en el museo). Más de diez mil personas gastan sólo en su traje más de 1000 euros y los cargos festeros se diseñan especialmente para la ocasión. Un esfuerzo económico sorprendente que ha convertido esta fiesta en una de las más consideradas y además, están declaradas de Interés Turístico Internacional. La encuesta no es nada definitiva: por número de votantes ni tener carácter oficial, pero no quita que tenga un resultado y nos podamos guiar por el gusto de los navegantes. ¿Tú qué opinas?
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Toni Ferrando.