La elegancia en vuelo del Gulfstream III
La elegancia en vuelo del Gufstream III lo ha convertido en uno de los jets privados favorito de todas las grandes personalidades del mundo. Pero no es sólo diseño lo que ofrece esta fantástica máquina voladora, además su tecnología ha sido probada por la NASA y sus zonas para pasajeros están cuidadas con todo lujo de detalles, personalizando para cada cliente sus preferencias.
El Gulfstream III se construye íntegramente en las instalaciones que esta empresa aeroespacial tiene en Savannah, Georgia, de los Estados Unidos. La idea inicial era la de mejorar el modelo anterior, el Grumann Gulfstream II, que tan buenas prestaciones había dado a la Compañía, y los resultados son más que satisfactorios, pues desde 1980, año de la comercialización de los primeros aparatos, se han introducido modelos en más de veinte países, formando parte de sus fuerzas aéreas y como jets para vuelos charter de las más importantes aerolíneas del mundo.
La mejora introducida por la NASA para este modelo de avión es su parte más visible: el diseño de sus alas, con modificaciones en tamaño y perfil, con sus aletillas hacia arriba características y casi seis pies mayores que su antecesor en envergadura total de alas. La tecnología de navegación (cabina, instrumentación, piloto automático, software, etc) y los materiales del fuselaje son mucho más resistentes y de mejores prestaciones, así como los motores Rolls-Royce, potentes y de alto rendimiento, han ido evolucionando en estas tres décadas para seguir siendo uno de los jets privados más seguro y rápido del mercado.
Las características técnicas generales del Gulfstream III son: cabina para 2 tripulantes con opción a una tercera. Capacidad para un máximo de 19 pasajeros, dependiendo de las preferencias del cliente. Mide 25,3 m de largo. Su envergadura de 23,7 m. 7,4 m de altura. Pesa 17.230 kg en vacío y 31.615 kg de límite al despegue. Posee dos motores Rolls Royce Spey Mk 511-8 RB.163 turbofan, 50.7 kN cada uno.
En cuanto a su rendimiento, puede alcanzar los 928 km/h, su velocidad de crucero es de 818 km/h, tiene una autonomía o alcance de 6760 km., su techo de servicio está homologado en 13.726 m de altitud, convirtiendo este magnífico aparato en el ideal para las largas distancias transoceánicas, con pocas escalas si deseamos volar a medio mundo de distancia. También resalta su no demasiada envergadura (algunos metros más largo que un autocar), factor que lo convierte en excelente para los vuelos dirigidos a aeropuertos de tráfico nacional
En cuanto a sus interiores, podemos solicitar a la carta no sólo el número de pasajeros que transporte, sino elegir entre una variada gama de materiales para decorar suelo, paredes, tapicería y equipar con gadchets de última generación las consolas y escritorios, a nuestro gusto. Podemos convertir la zona de pasajeros en un elegante salón de estar e incluso habilitar un comedor o gran mesa de reuniones para los negocios. Todo un lujo a más de 13.000 metros de altitud a nuestra entera disposición desde unos 25 millones de euros, aunque a Tyler Perry le costó 91,5 millones de euros decorar el suyo.
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Toni Ferrando.