Gadgets, BMW y tecnología futurista de Extant
Muchos esperábamos con anhelo el estreno de la nueva serie televisiva de Steven Spielberg “Extant” por varias razones, la primera, claro, por ser un proyecto de Spielberg, otra por estar protagonizada por la bellísima Halle Berry y la, quizás, más importante, porque son contados los productos cinematográficos y televisivos que satisfagan el gusto de los amantes de la Ciencia Ficción.
La historia que nos cuenta Extant, su tratamiento y cómo se desarrolla casi tiene más que ver con el misterio que con la ciencia ficción. El personaje de Halle Berry es una astronauta que tras una misión en solitario de 13 meses en una nave espacial regresa a la tierra y descubre que está embarazada de algo que no se sabe muy bien que es pero que, por supuesto, es de naturaleza extraterrestre; a partir de ahí se suceden una serie de hechos cada vez más extraños cuyo esclarecimiento lleva a los protagonistas a descubrir una intrincada trama en la que participan tanto poderosas empresas privadas como organismos gubernamentales.
Pero vamos a la razón de este artículo, una de las pasiones de todos los amantes de lo futurista es el disfrutar de los derroches de imaginación que suelen rodear toda historia que se desarrolla en el futuro y, como no, en Extant podemos ver algunas cosas geniales, aunque también hay otras que se echan en falta.
En Extant no aparecen muchos coches, suponemos que hay otros sistemas de transporte alternativos aunque no se ven en la serie; lo que si se ve y se reconoce con facilidad son algunos de los últimos modelos y prototipos de la alemana BMW, concretamente, los primeros vehículos que integran la nueva línea i de BMW, el i3, un vehículo eléctrico de alto rendimiento y el i8, un vehículo futurista con un diseño que encaja perfectamente en la serie.
Otra de las cosas que llama mucho la atención y que parecen estar ya a un paso, ahora que vivimos la era del grafeno, son los gadgets tecnológicos que aparecen en muchas de las escenas de la serie. El teléfono que utiliza Halle Berry está muy cerca de los nuestros actuales, aunque extraplano, transparente, y, evidentemente, con muchas más utilidades de las que tiene un simple teléfono. Las tablets son chulísimas también, con diseños que siguen los mismos parámetros que los smartphones y que resultan perfectamente asumibles desde nuestra actual realidad tecnológica.
Otros detalles que me han llamado la atención son, por ejemplo, el sistema de recogida de basuras, que eso si que sería un gran avance con respecto al actual: un sistema de almacenamiento en unos contenedores adaptados para el reciclaje que se depositan en una especie de urna de cristal limpísima (no como los contenedores de basura habituales) y ya está, te vuelves a tu casa con el cacharro impoluto y listo para reutilizar.
Extant tiene muy presente las aplicaciones a tecnologías visuales como la fotografía (con fotos que se mueven) y la holografía; hay una escena cortita pero muy espectacular en un museo, que fue rodada en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles, en la que los animales cobran vida holográficamente y que sería estupendo que pudiera aplicarse a la realidad.
Y en cuanto a lo que más he echado de menos en Extant… más robótica. Los protagonistas tienen un niño robot al que crían como hijo propio (lo que recuerda a Inteligencia Artificial) y viendo la posibilidad de esa tecnología, es muy extraño que no haya apariciones constantes de robots en la serie, desde robots para las tareas de casa hasta robots que colaboren en las tareas laborales y aún más teniendo en cuenta que el personaje del marido de Halle Berry es un ingeniero especializado en robótica, de hecho es el creador del niño robot.
Bueno, esperemos que Spielber haya optado por guardarse ases en la manga para irlos soltando a lo largo de la serie y podamos disfrutar de más futurismo en esta nueva serie futurista.
Marga G.-Chas Ocaña
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