Versos 1891 un jerez de 10.000 euros

Una bota de jerez que ya fue catalogado en el siglo XX como amontillado añejo es protagonista en medios especializados y de todo tipo por convertirse en una edición limitada de 100 botellas de sherry que se venderá a 10.000 euros cada botella. Se trata de un jerez amontillado único procedente de un regalo de bautizo hace 125 años a Manuel Barbadillo -el abuelo del actual presidente de las Bodegas Barbadillo de Sanlúcar de Barrameda- que fue un apasionado del vino y de la poesía.

El Grupo Barbadillo, que está incluido en la lista de las 100 mejores bodegas del mundo (según la Asociación Mundial de Escritores y Periodistas de Vinos y Licores) ha decidido embotellar excepcionalmente 100 unidades de este vino extra añejo que fue un regalo de familia cuidadosamente guardado como un secreto durante más de un siglo.

Este jerez único, que se puede considerar uno de los vinos amontillados más raros y antiguos del mercado, se presentó en Londres en una degustación exclusiva para unos pocos y selectos comerciantes de vino de todo el mundo y críticos del sector. El evento ha sido organizado por Fell’s la empresa que se encarga de la distribución internacional de los caldos de las Bodegas Barbadillo y se encuentra en pleno corazón de la capital inglesa, junto a la Abadía de Westminster.

El precio de cada una de las botellas del jerez Versos 1891 será de 10.000 euros y de las 100 que se han preparado para su futura comercialización, ya se han encargado 20. Para contener tan preciado se diseñaron unas jarras de vino especiales sopladas artesanalmente por los profesionales de la firma portuguesa Atlantis. Parcialmente recubierta de una lámina de platino y estampada en pan de oro, la botella se presenta en una caja especial de cuero español hecha en Ubrique por algunos de los considerados entre los mejores artesanos del mundo del sector.

El amontillado Versus 1891 es un jerez único, de color caoba oscuro y que desprende un agradable olor a nuez y gusto a madera antigua y una gran variedad de frutos secos. Si edad lo convierte en un licor intenso y penetrante, seco, rico, pero a la vez muy fino. Su sabor impregna el gusto y permanece minutos después de haber dado un pequeño sorbo.

Marga G.-Chas Ocaña

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