Restaurante Samsara en la playa de Maspalomas

Existen lugares en el mundo donde el Lujo no solamente se establece por la instalación más o menos costosa de un edificio con todas las comodidades, sino de toda una serie de características en el entorno que le confieren el rango de “único”. Es el caso del restaurante Samsara, un establecimiento ubicado en Maspalomas, en el término municipal de San Bartolomé de Tirajana, una playa situada al sur de Gran Canaria.

La Reserva Natural de las Dunas de Maspalomas, con vistas al Océano Atlántico desde la Playa del Inglés y rodeadas por la marisma del Charco y una exuberante naturaleza típica del desierto subtropical, destacando los altos palmerales, ha sido desde hace más de medio siglo el “paraíso” elegido por el Turismo europeo. El complejo hotelero y las modernas instalaciones dedicadas al ocio de la zona, ofrecen al turista su momento de vacaciones en el espacio más privilegiado y atractivo para el Viejo Continente, ya que se disfruta de unas temperaturas templadas durante todo el año.

Una de las instalaciones más interesantes de la zona es el restaurante Samsara, donde podemos disfrutar de una exclusiva gastronomía en un espacio dedicado a las culturas orientales, origen del más refinado lujo por ser la inspiración de los diseñadores europeos desde que Marco Polo nos contara sobre las maravillas del Extremo Oriente. En el Restaurante se pueden ver objetos de la India, China y Japón principalmente, en una exposición permanente que nos introduce sutilmente en las culturas del Recogimiento y la Contemplación. Todo objeto tiene su sentido y el sonido del agua al caer, produce un estado de tranquilidad que nos traslada a los tiempos de Al-Andalus y nuestros patios centrados por las fuentes de agua generosas.

 

La cocina del restaurante Samsara ofrece platos orientados a la gastronomía asiática en general, lo que podemos llamar “internacional”, aunque creo que sería más acertado hablar de “fusión” entre la cocina española con toques orientales. Sus platos principales constan de solomillo, atún, bacalao, pavo o cordero acompañados con wakame, gengibre, soja, mango o salsas como teriyaki, curri, tandori o chutney. Sus ensaladas o vinos, con una carta de lo más aceptable, termina la fusión de una manera de lo más mediterránea. De modo que se puede decir que se come bien y que el entorno nos producirá el mejor momento del día.

Saber de estos maravillosos rincones en playas idílicas de nuestro territorio nacional será una prioridad de estilosdevida, de hecho ya os hemos presentado algunos. Las playas de Maspalomas ocupan la principal actividad del turista, playas donde practicar los deportes náuticos, espacios reservados para el nudismo, así como bellos relieves costeros, como el del Faro, que se eleva a más de 55 metros de altura. Se inauguró en el año 1890, en una época cuando se mostraba como la única construcción erigida por el hombre en toda la zona. Pero también existen instalaciones más modernas, destacando los clubes nocturnos. El Yumbo, por ejemplo, es todo un club referente en Europa, sobre todo para la comunidad homosexual, que tiene en Maspalomas un lugar de predilección casi mítico.

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