Pacquiao vs Mayweather, el combate del siglo
El 2 de mayo se celebrará el enfrentamiento entre Pacquiao vs Mayweather, el combate del siglo para casi todos los entendidos del antiguo deporte del boxeo. Las cifras que se manejarán durante el evento son realmente de vértigo, pues se calcula que puede superar los 1000 millones de dólares entre contratos de Televisión, publicidad y explotación de los derechos de imagen de los púgiles, etc, con 500 millones solamente en concepto de ingresos. La “bolsa” está establecida en 300 millones a repartir entre los púgiles. La entrada, de las 16.800 que están a la venta, cuesta de 74 a 100 dólares.
El filipino Pacquiao es un hombre de Record Guiness, ya que es el único boxeador de la Historia que ha conseguido 8 Campeonatos del Mundo en 8 pesos diferentes. De origen humilde Manny Pacquiao, alias Pac-man, deslumbraba ya a los 16 años de edad con su estilo tan poco “académico”, terminando sus combates con el rival en la lona. La última década ha tenido problemas por encontrar rivales a su altura, su peor hándicap prácticamente durante toda su carrera, así que los promotores no han tenido más remedio que pactar peleas contra contrincantes que lo superaban en peso y altura, caso de de la Hoya y Marquitos como ejemplos más espectaculares. Los ingresos de este boxeador y figura mediática y política de su país, supera los 70 millones anuales de media desde hace más de una década.
El otro púgil ostenta un palmarés también de lo más espectacular. El estadounidense Floyd “Money” Mayweather Jr. lleva 6 años provocando este confrontamiento y rechazándolo en el último momento, en un “juego al escondite” que le va a reportar una ganancia económica superior al filipino gane o pierda. Campeón del Mundo en cinco categorías distintas e invicto, proclama una y otra vez su superioridad absoluta en los pesos wélter y superwélter, con 47 victorias de 47 combates, 27 de ellas por KO. El 2 de mayo se verá en el MGM Gran Casino de Las Vegas uno de los mejores combates que se pueden dar en los últimos tiempos, en un deporte (marginado) que mueve cifras alucinantes y con una tradición más que centenaria a nivel planetario.
Opinión:
Nos quieren hacer creer que la vida puede ser pacífica, honesta y llevadera. Pensamos que a nosotros “nunca nos ocurrirá eso” que vemos en los medios: catástrofes, asesinatos, pobreza, etc, y para que no nos “contamine” lo negativo, los gobiernos prohíben que contemplemos la “realidad”. Prohíben los anuncios de bebidas alcohólicas, de cigarrillos, las imágenes relacionadas con la sexualidad, la violencia “gratuita”, todo aquello que suponga “sangrar” en un evento deportivo en directo, como las artes marciales y el boxeo, incluida la censura cuando en un deporte sin contacto alguien sufre una herida, cambiando de plano sutilmente…
¿Se consigue algo positivo censurando, escondiendo la realidad? Eso es algo que deberíamos decidir nosotros mismos y no otros. Se fuma lo mismo o más que antes, se bebe lo mismo o más, existen millones de videos porno legales y aficionados, en las películas saltan las personas por los aires destrozados de todas las maneras posibles. Pero en cambio se nos priva de la libertad de ver en abierto un combate de boxeo simplemente porque en un despacho se decide que “eso no es bueno de ver”. Pensamos que estamos en el tercer milenio, pero en lo fundamental, al menos en lo que se refiere a la libertad por decidir qué ver en los medios, seguimos en la Edad Media, con nuevos tabúes añadidos a los tradicionales. Eso sí, pagando un plus se puede contemplar cualquier espectáculo.
Lo más grave resulta cuando un niño asesina a su profesor en la escuela: nadie se explica el motivo, era un niño “normal” en un ambiente familiar “normal”. Entonces la culpa es de los videojuegos violentos, de la agresividad de las letras en la música que se escucha, de un brote psicótico provocado por el visionado de una película de carreras de coches. En fin, los que deciden censurar “actividades que incitan a la violencia” fracasan en su objetivo, entre otras cosas porque no tienen ni autoridad científica, ni la más mínima idea de cómo funciona el cerebro y la conducta humana, no aciertan a descubrir el mecanismo que nos convierte en “asesinos” o violentos. Pero se atribuyen la potestad de ordenar lo que es bueno y es malo para ver.
Así los que “mandan” en los medios (que suelen ser personas octogenarias), marginan desde hace años los deportes de contacto en casi todo el mundo, aunque los niveles de violencia sean siempre proporcionados al número poblacional y no debido a las circunstancias que ellos creen. Dichos deportes están homologados en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, pero tienes que restringirte a los canales de pago (en espacios exclusivos) o piratas en la Web para verlos. Así de absurdos somos: pretendemos esconder la realidad cuando en nuestra condición humana viene implícita la violencia, física y psicológica. Sólo un apunte: Suecia, Noruega, Alemania, Estados Unidos, etc., países con mayor nivel adquisitivo y más acomodados, sufren más violencia doméstica, suicidios y asesinatos indiscriminados que otros países supuestamente “inferiores” en educación y en poder adquisitivo. Así que no creo que “prohibiendo”, escondiendo la realidad, se erradique la violencia de ningún género. La solución a este mal debe seguir otra estrategia.
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Toni Ferrando.
