El mejor caballo marismeño se llama Junco

Desde Canadá hasta la Patagonia Argentina, todos los caballos americanos descienden de la raza marismeña, pues son los que se llevaron en los primeros viajes de Colón al Nuevo Mundo, desarrollándose otras subespecies, como el cimarrón, mustang, etc. También numerosas subespecies del Centro y Norte de Europa tienen claras influencias de este fantástico animal que, a su vez, resulta una raza con claras mezclas norteafricanas. Hace dos días Jesús Calleja, conductor de un famoso programa de televisión, y la revista MUY, decidieron buscar el mejor caballo de esta mítica raza en peligro de extinción. Llegaron dos finalistas y en una multitudinaria votación ganó Junco, un fantástico ejemplar de caballo marismeño. El otro finalista se llama Caramelo, otro bello animal que también sería muy votado.

Documentándome sobre las razas caballares que todavía se conservan en el territorio español, he comprobado que todas están en peligro de extinción. Claro, pensándolo bien, lo extraño es que todavía se conserven la mayoría, pero según la lista consultada en una página especializada, las razas autóctonas que necesitan protección son:

Asturcón.

Burguete.
Caballo de Monte del País Vasco.
Caballo de Pura Raza Gallega.
Hispano-Árabe.
Hispano-Bretón.
Jaca Navarra.
Losina.
Mallorquina.
Marismeña.
Menorquina.
Monchina.
Pottoka.

La mayoría (o quizás todas) de estas razas autóctonas han sobrevivido a nuestros días gracias a las tradiciones, las que han conservado al caballo como figura fundamental de sus Fiestas Populares. También la Fiesta de los Toros ha permitido al caballo conservar su lugar, tanto dentro como fuera de las plazas. La mecanización del transporte, comenzada hace un siglo más o menos, y la nula o mala conservación de nuestros parajes naturales, habría acabado con todos los caballos hace décadas, de no ser por dichas tradiciones.

A lo largo de la Historia se ha llegado en España a tener más caballos que habitantes humanos a lo largo de toda su extensión, fenómeno parecido a lo que hoy sufrimos con los vehículos rodados. En el siglo XIX, por el entonces coto de Doñana, campaban libres miles de ejemplares, pero según el censo efectuado en 2012, tan sólo quedan unos 252 caballos de esta raza marismeña, más los pocos que se hayan incrementado en estos últimos años.

Junco es un precioso caballo descendiente de esos miles que recorrían libres los humedales y dunas del Parque Natural de Doñana, en Huelva. Su raza está localizada hoy en día en el municipio de Almonte, donde se realiza una vez por año la Saca de Yeguas, una tradición milenaria y que también podemos ver todos los años en Galicia con la “rapa das bestas”. Pero la tradición andaluza parece más concreta que otras, pues se tiene como cierto por los historiadores que Almanzor ordenó en el siglo X el cruce de su yegua con un semental bereber, para comprobar si las características de ambos podían ofrecer un animal más apto para la guerra. Siglos más tarde sería elegida esta raza por Cristóbal Colón, llevándose consigo hembras reproductoras. Las pruebas de ADN realizadas en los laboratorios de todo el continente americano, demuestran que corre sangre marismeña por todos los ejemplares del Nuevo Mundo.

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Toni Ferrando.