La Trump Tower y el impresionante ático los iconos de la familia Trump

Donald y Melania Trump deben estar ya comenzando a organizar su traslado a la Casa Blanca, que será su residencia oficial en Washington D.C. durante los, presumiblemente, próximos cuatro años a partir del próximo mes de enero. No va a ser una tarea fácil y va a requerir una ardua labor de adaptación. Viendo cómo se las gasta Donald Trump, es muy posible que tenga que ser la Casa Blanca la que se vea obligada a adaptarse al estilo Trump, en lugar de lo contrario.

A pesar de la alegría de la victoria electoral y de su nuevo puesto, no estoy muy segura de que cambiar su lujosísima residencia habitual -el triplex que ocupa en las alturas de la Trump Tower de Nueva York- por el sobrio estilo presidencial que caracteriza la decoración de la Casa Blanca, vaya a ser muy del agrado del matrimonio Trump, sobre todo de Melania, que está profundamente convencida de que el dorado es el tono que mejor sienta a su piel.

Vamos a hacer un recorrido por el famosísimo penthouse de la Trump Tower, en el que viven Donald, Melania y su hijo común Barron (el menor de los cinco hijos de Donald Trump), también visitaremos, en posteriores artículos,  otras residencias de los integrantes de la familia Trump y algunas de sus propiedades de uso temporal y recreativo. Pero empezaremos por el deslumbrante ático de la Torre Trump. Ponte las gafas de sol, que las fotos tienen tanto brillo que deslumbran.

Los escándalos de la Trump Tower

La Trump Tower es uno de los rascacielos más icónicos de Nueva York, tanto, que hasta fue utilizada en el cine para recrear la ficticia sede de las empresas Wayne en The Dark Knight Rises (El caballero oscuro: La leyenda renace) de 2012 dirigida por Christopher Nolan. Está íntegramente cubierta por cristales ahumados y diseñada con múltiples ángulos que asemejan esquinas, lo que permite que desde el interior se disfrute de altísimos ventanales de suelo a techo en las habitaciones exteriores.

Es icónico ahora, porque cuando se construyó en los años 80 se hizo en el solar ocupado por un edificio histórico, ocupado por los grandes almacenes Bonwit Teller desde finales del siglo XIX. Hubo muchas protestas por su demolición en lugar de por una remodelación. Ante la polémica, Donald Trump prometió que donaría las esculturas y otros elementos de gran valor artístico e histórico al museo Metropolitan, pero al final, no se haa realizado ningunaa donación, supuestamente, todo se perdió en la demolición.

Hubo más escándalos en torno a la edificación de la Trump Tower, ya que según la reglamentación urbanística, no se debería haber permitido levantar una torre de tamaña altura (está entre los 100 rascacielos más altos de Nueva york) en un solar de esas características y tamaño. La planificación del uso mixto del edificio (tiene tiendas, oficinas y 38 pisos residenciales), con espacios que se calificaron de uso público, como el tremendo atrio de tres alturas y unos cuantos detallitos más que muchos llamaron “chanchullos” en su momento (como unir la Trump Tower con el edificio IBM por medio de una arcada o incorporar la Joyería Tiffany’s cuyo edificio no aprovechaba toda la altura permitida) le permitieron a Trump conseguir los permisos que necesitaba para construir su “pirámide” particular. El entonces alcalde de la ciudad de Nueva York, el que concedió los permisos, era el demócrata Ed Koch.

Trump también fue acusado de contratación ilegal de trabajadores, de conexión con el crimen organizado para conseguir los materiales a buen precio y de evasión de impuestos en los pagos, tanto en los relativos a la construcción como a los sueldos de los trabajadores y a los sindicatos. Donald Trump estuvo más de una década enfrentándose a demandas relacionadas con el rascacielos Trump Tower.
En su interior, todo es muy lujoso yaa desde la mismna acera. Los espacios interiores considerados como públicos, la entrada, vestíbulo, el atrio, etc… están revestidos de mármol rosa, con mucho espejo y latón dorado. Los elementos decorativos del atrio fueron elección de la que era su esposa por aquel entonces, Ivana Trump, así como la cascada y otros detalles que tanto llaman la atención.

El lujoso triplex de la planta 66

La residencia de Donald y Melania Trump y su hijo pequeño Barron está en lo más alto de la Trump Tower, en un impresionante ático de tres niveles con vistas insuperables a Central Park y de Manhattan y decorado como si fuera un pequeño Palacio de Versalles, pero con aún más dorado si cabe.

De la decoración se encargó Angelo Donghia, un interiorista que fue leyenda en las décadas de los 70 y 80, que estuvo muy de moda y se encargaba de trabajos de decoración para celebrities de lo más  dispares, pero todos ellos personajes famosísimos, como Ralph Lauren, Liza Minelli o Diana Ross.

La verdad es que el resultado se aleja bastante del estilo habitual de Donghia, habitualmente mucho más sobrio, por lo que supongo que los gustos personales y caprichos de Donald, pero más de Ivana Trump, contaron mucho a la hora de desarrollar el proyecto. Lo que está claroes que Trump es un enamorado del estilo francés Luis XVI y de todo lo veneciano, así que ambos estilos están muy presentes no solo en sus casas, también en sus hoteles.

El lujosísimo ático de Donald Trump en la Trump Tower es sorprendente: mármol de suelo a techo, muchísimo dorado revistiendo columnas y tabiques, techos altísimos decorados con pinturas al fresco de inspiración clásica y trabajos artesanales tanto de madera como de escayola; chimeneas de mármol blanco, muchas estatuas, jarrones y hasta una fuente en la gran sala; detalles de oro de 18 y 24 quilates mires a dónde mires: lámparas, revestimientos de molduras, bandejas sobre las mesas, jarrones sobre las chimeneas, etc…

A esté ático le han hecho multitud de reportajes desde hace más de tres décadas. Donghia que fue entrevistado innumerables veces con motivo de la decoración de este espectacular ático de Donald Trump, siempre declaró haberse inspirado en el estilo Luis XVI y, más concretamente, en el Palacio de Versalles. No hay duda de que todo es muy rococó: muebles de líneas redondeadas con patas labradas y decorados con dorados, molduras artesanales en todas las habitaciones, ornamentación propia de la época con gran profusión de columnas, esculturas, etc…

Sólo el Ático de la Trump Tower está valorado en más de 100 millones de dólares. Hablamos de precio sin contar las obras de arte ni las piezas únicas de mobiliario. La foto superior es el despacho de Melania y en él, todo son piezas únicas, desde el suelo, la mesa, los sillones, etc… Por ejemplo, el cuadro que veis en la pared, y que no tiene, aparentemente, un gran protagonismo es un Renoir.

El valor total de la Trump Tower se estima en aproximadamente 471 millones de dólares sin contar el ático, según Forbes y con datos de 2015.

Marga G.-Chas Ocaña