El oso panda es la estrella del zoo
Si elaboráramos una lista de los animales con más “caché”, el oso panda es la estrella del zoo sin lugar a dudas. Bien es cierto que los zoológicos más famosos del mundo exhiben a “lo grande” tigres de Bengala, siberianos, cocodrilos del Nilo, leones del Serengueti, gorilas de espalda plateada, grandes elefantes y las especies más exóticas y difíciles de encontrar más que en su hábitat natural, pero ninguna especie despierta tanto interés y glamour como un oso panda gigante (ailuropoda melanoleuca). Sólo Copito de Nieve en el zoo de Barcelona fue capaz de alcanzar y superar el número de visitantes que suele mantener un oso panda, pero fue único en su especie.
Conseguir una pareja de osos panda gigantes sólo es asequible para un puñado de zoológicos en el mundo. No sólo se necesita seguir un estricto protocolo científico relativo a instalaciones adecuadas en los centros y equipo profesional de veterinarios y biólogos, además se requiere de la firma de un tratado/acuerdo elevado a instancias de “nivel de Estado” con las autoridades chinas y el pago de un millón de dólares USA por cada pareja de ositos como contribución al proyecto para la preservación de las reservas naturales de Chengdú, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y hábitat natural de esta especie tan particular de ositos. Desde 1961 son el emblema de la WWF (Fondo Mundial para Protección de la Naturaleza).
Una de las condiciones más curiosas y que sienta un raro precedente en la jurisprudencia a nivel mundial, es la de que cualquier oso panda nacido de alguna de las parejas diseminadas por el mundo, adquiere la nacionalidad china nada más nacer y la institución que lo ha cuidado y ayudado a crecer, sabe que debe “devolverlo”, para incluirlo en el proceso de suelta en libertad.
Un ejemplo de la dificultad que entraña la adquisición y posterior exhibición de estos animales, lo podemos observar en Bélgica, donde el año pasado se armó un gran revuelo político, de carácter nacionalista, aprovechado para lanzarse continuadas acusaciones flamencos y valones, simplemente porque el zoológico para los osos panda está situado en tierra valona, en el Pairi Daiza, hecho que exasperaría a los flamencos de Amberes, “motor” de la economía belga y “merecedores”, a su entender, de dicho honor. En el mundo existen algo más de una veintena de zoológicos que acogen parejas de esta simpática especie animal. Fuera de China, sólo podemos encontrarlos en una docena de países. La lista que sigue debe ser actualizada, pues en los últimos años China ha “obsequiado” a varios mandatarios y no se sabe si serán exhibidos de forma permanente o devueltos para su cuidado. Pero aquí os dejo los lugares más seguros para visitarlos:
Europa
Zoo Aquarium (Madrid, España)
Zoologischer Garten Berlin (Berlín, Alemania)
Tiergarten Schönbrunn (Viena, Austria)
Pairi Daiza (Brugelette, Bélgica)
Zoológico de Edimburgo (Reino Unido)
ZooPark Beauvai (Saint-Aignan, Francia)
Asia
Chengdu Panda Base (Chengdu, China)
Beijing Zoo (Pekín, China)
Bifengxia Panda Base (Ya’an, China)
Wolong National Nature Reserve (Wenchuan, China)
Seven Stars Park (Guilin, China)
Ocean Park (Hong Kong, China)
Taipei Zoo (Taipei, Taiwan)
Chiang Mai Zoo (Chiang Mai, Tailandia)
Adventure World (Shirahama, Japón)
Oji Zoo (Kobe, Japón)
América
Zoológico de Chapultepec (Ciudad de México, México)
San Diego Zoo (San Diego, Estados Unidos)
US National Zoo (Washington, D.C., Estados Unidos)
Zoo Atlanta (Atlanta, Estados Unidos)
Memphis Zoo (Memphis, Estados Unidos)
Oceanía
Adelaide Zoo (Adelaida, Australia)
Una cosa está muy clara para el gracioso y siempre querido osito panda: está muy lejos de estar en peligro de extinción, por la sencilla razón de que se ha convertido en un negocio muy rentable para los chinos. Hacerse una foto en China junto a un oso panda cuesta entre 50 y 100 €, donativo que formará parte de la financiación para el proyecto de grandes dimensiones que se está creando en Chengdu. El proyecto incluye la construcción de sucesivas “bases”, laboratorios que irán ascendiendo por las montañas de Sichuan para ir estudiando y liberando a todos esos cachorros de osos que están naciendo en cautividad (el año pasado fueron 14). Se calcula que viven más de 1500 en libertad actualmente y lo que hace unos años era impensable: el nacimiento de varias crías en cautividad, en el mismo parto, y que ambas sobrevivan, se ha convertido en algo común. Hace tan sólo unos días, el 29 de julio del 2014, nacieron trillizos en un zoo de China, en el Safari Park Chimelong de Cantón.
Atrás quedó, en el anecdotario de los “caprichos occidentales”, ese viaje de Ruth Harkness que en 1937 consiguió llevar vivo un oso panda a Estados Unidos. Esta popular diseñadora de moda, convertida en exploradora eventual, sería la precursora no solamente de la conservación y protección de un animal en concreto, sino que transmitió a la sociedad occidental la necesidad de “incluir a la mujer” en todos los proyectos científicos y la de proteger el medio ambiente sea cual sea el espacio donde se encuentre del Planeta.
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Toni Ferrando.