Volkswagen deja en entredicho sus motores diésel

Desde que hace unos días se hicieron públicos los resultados de un laboratorio de Virginia (EE.UU.), con respecto a la eficacia, consumo y potencia de los motores diésel de la marca Volkswagen, ninguna marca de automóviles se ha pronunciado al respecto. ¿Acaso una sencilla prueba de gases efectuada por los americanos ha destapado la cruda realidad? El silencio de Volkswagen deja en entredicho sus motores diésel pero, algo más grave puede ocurrir, que el consumidor de todo el mundo se sienta “engañado” por los datos que tan exactos nos facilitan, y creemos que son ciertos, cuando compramos cualquier vehículo a motor, sea de gasolina o de diésel.

El silencio del sector del Automóvil es muy preocupante. En este caso concreto, hablamos de 11 millones de usuarios que conducen un Volkswagen de motor diésel en todo el mundo y que están contaminando hasta un 30% en ONx más de lo establecido por el fabricante. Más concretamente, el motor analizado (de nueva generación) ya ha iniciado una lista de reclamaciones en España que supera los 13.000 usuarios (según FACUA). Si se compra un modelo ahora, en las revisiones ITV de dentro de cinco años, su coche será rechazado por el sistema. Como Volkswagen no ha informado debidamente ni a clientes ni a público en general, podemos especular con la posibilidad de que las marcas del motor “defraudan” al consumidor con los datos, ya que en el único laboratorio donde se registran las emisiones de gases, ubicado en Londres, imprescindible para el control de calidad por la Unión Europea, ha confesado que las marcas sólo mandan una unidad para homologar a toda la producción de ese modelo, que a la postre, ni saldrá a la venta.

Tenemos así que el mundo del Automóvil está dominado por las marcas Toyota, Volkswagen, Ford, Hyundai, Chevrolet, Renault-Nissan, Honda y Mercedes, sobre todo por las tres primeras. Este escándalo se ha producido por el intento de Volkswagen por introducir sus motores diésel (los más contaminantes) en EE.UU. y dar el golpe definitivo en la mesa para convertirse en el mayor productor de vehículos del mundo. Pero los resultados de Virginia ha producido el efecto bumerang, pero lo preocupante, repito, es que Volkswagen no haya pedido un contraanálisis, que todas las marcas callen, como conocedores de la trampa en que nos tienen metidos. Veremos qué político se atreve a realizar sus primeras declaraciones y veremos también qué tipo de sanciones y controles se aplicarán a las marcas que incumplan lo que comunican en la publicidad y en sus datos técnicos.

Para el consumidor, fiel cliente de Volkswagen, surgen decenas de preguntas por ahora no respondidas: “¿me cambiarán el coche? ¿Rectificarán el motor del mío, en caso de quedármelo, sin perder la potencia contratada? ¿Todas las marcas defraudan en el tema de las emisiones de CO2? ¿Nos están engañando con otros datos técnicos del vehículo? ¿Cómo permite esa chapuza de “control de calidad y seguridad” la todopoderosa Unión Europea? ¿Se puede decir que hasta aquí ha llegado la manipulación de los “Grandes del Motor” o seguirán haciendo la vista gorda los políticos?” Creo que el consumidor merece un estilo de vida a tenor de sus posibilidades, merece un producto fiable tal y como lo muestran en la publicidad y en sus tarjetas técnicas todas las marcas (quien calla otorga).

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Toni Ferrando.