Un androide protagoniza una película japonesa
Un androide protagoniza una película japonesa puede resultar un título engañoso y además, siempre nos viene a la mente películas como la reciente “Chapie”, “Autómata”, protagonizada por Antonio Banderas, o la saga de “Transformers”, cuyos papeles son fundamentales en la acción para el mismo desarrollo de la película. ¿Cuál es la novedad, la diferencia en esta película japonesa para haber llamado tanto la atención del público en todo el mundo? Pues que es realmente una máquina con piel sintética (las siliconas más parecidas a la piel humana), con la capacidad de hablar y transmitir rasgos faciales muy logrados.
Geminoid-F pasará a la Historia del cine como el primer androide real (y no digitalizado) en coprotagonizar una película. Eso ocurrió el pasado 21 de noviembre, fecha en que se estrenó en los cines de Tokio y otras capitales de Japón. Bien es cierto que vio la luz en el XXVIII Festival Internacional de Cine de Tokio, que terminó el 31 de octubre, donde despertó una gran expectación. Ahora queda conocer si las distribuidoras, sobre todo americanas, le otorgarán el interés necesario para que el espectador del resto del mundo pueda valorar esta iniciativa.
La película “Sayonara” está dirigida por Koji Fukada, conocido ya en España por la presentación de una película en el año 2013 en el Festival de Cine de San Sebastián. Está basada en una obra original de Oriza Hirata, cuyo argumento gira en torno a un ambiente apocalíptico y futurista tras la catástrofe de Fukujima (no se cita en la peli, pero es obvia la referencia). El creador del androide ha sido Hiroshi Ishiguro, ya conocido en el mundo de la robótica por sus autómatas y otras creaciones espectaculares. En el reparto participan también la otra protagonista, Bryerly Long y los actores Hirofumi Arai, Makiko Murata, Nijiro Murakami, Yuko Kibiki, Jerome Kircher e Irene Jacob. La inclusión de actores occidentales augura una gran aceptación entre el público no asiático, así que han pensado en todos los detalles en la Productora, cuyo principal responsable es Keisuke Konishi, además del propio Koji Fukada.
En lo referente al androide Geminoid-F plantea diversos dilemas y no sólo en el mundo del cine. Por una parte, su imposibilidad de caminar ha decepcionado a los más radicales, que incluso tachan de fraude y de poco mérito sentar en una silla a una máquina y que se manipule por control remoto. “No llega a ser un verdadero autómata”, dicen, y critican al director por precipitar a una máquina “incompleta” a una aparición “estelar” en la gran pantalla. Pero los más optimistas y amantes de la robótica han suspirado por fin, ya que consideran 2015 como una fecha tardía para que este “fenómeno robótico” sucediera por fin.
Otra cuestión tiene que ver con el coleccionismo y la perfección alcanzada por el androide japonés. Era una cuestión de “principios” que fuesen ellos los primeros ya que se consideran punteros en esta tecnología, sólo igualados en algunos aspectos por los alemanes, pero en el aspecto mecánico. En cambio para conseguir la textura en la piel y su apariencia “humana”, nadie más avanzado que los fabricantes de muñecas hinchables y otros juguetes dirigidos al entretenimiento, y entre los fabricantes, los de California, que han conseguido una silicona que imita el tacto y temperatura de la piel humana, alcanzando el sobrenombre de “piel sintética”. Un coleccionista de estas muñecas de tamaño real puede llegar a encargar un juguete a la carta y gastar entre 5.000 y 20.000 dólares. Hasta existe una estrecha relación (podríamos decir de “espionaje”) entre los investigadores de las prótesis (medicina), la robótica y el mundo de los juguetes sexuales.
Y el robot de la película Sayonara, ¿qué presupuesto se habrá alcanzado para su fabricación? Entre bromas, Hiroshi Ishiguro confesó que el temor mayor padecido durante el rodaje era un mal funcionamiento o que cayese y se rompiera alguna pieza, ya que una reparación superaría fácilmente los 100.000 dólares. No he conseguido averiguar el presupuesto dirigido expresamente a la participación de Geminoid-F, pero si ha resultado más costoso que la contratación de un actor de carne y hueso, los creativos del Séptimo Arte se lo pensarán dos veces. Todo es posible, pero veo lejano todavía que un autómata se convierta en ídolo de masas, comparables por ejemplo a las estrellas de Hollywood.
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Toni Ferrando.