SuiteBlanco y el choque con la realidad económica

En 2010 SuiteBlanco ya contaba con presencia internacional, con tiendas en Portugal, Inglaterra y Grecia, por lo que la expansión internacional se enfocó hacia Oriente Medio, desarrollando un programa de franquicias para conseguir el apoyo de empresarios locales conocedores de las exigencias de estos mercados. Algunas de las ciudades en las que se abrieron tiendas de SuiteBlanco entre 2010 y 2011 fueron Qatar, Abu-Dhabi, Arabia Saudí o Dubai, un mercado en el que ya estaban presentes otras empresas españolas del sector de moda. En ese momento, SuiteBlanco parecía invulnerable a la crisis de mercado que ya estaba azotando a otras empresas.

Fue en 2011, cuando SuiteBlanco se dio de bruces con la caída en picado del consumo (según datos de Acotex, las ventas totales del sector retrocedieron un 2,6% ese año) mientras que sus gastos, sobre todo elevados costes de alquiler de muchas de sus tiendas, no hacían más que aumentar. SuiteBlanco cerró el ejercicio correspondiente al año 2011 con un volumen cercano a los 300 millones de euros, una cifra que esperaban mantener a cierre del ejercicio 2012; una cifra que, aunque pueda parecer alta, no lo es; Mango cerró ese mismo año con 1.408 millones de euros y el grupo Inditex – Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterqüe- facturó 13.793 millones, con un beneficio de 1.932 millones, superando en bolsa a H&M. Blanco había cerrado el año 2010 con un beneficio de 1,7 millones de euros, pero con tanta expansión, estas cantidades se quedaban más que cortas; para Blanco asomaban los primeros números rojos Según datos del Registro Mercantil, Diagomoda, cerró 2011 con una deuda de 24 millones de euros, Avance y Diseño, convertida en la matriz del grupo con 48 millones de euros en rojos y además con deudas a proveedores y trabajadores que ascendían a casi 46 millones de euros.

Era absolutamente perentorio mejorar el rendimiento y la liquidez. La primera medida que se realizó fue una ampliación de capital de 1,2 millones de euros, aportados por las filiales en Portugal e Inglaterra (las primeras, creadas en 2007 y 2010 respectivamente), cuya beneficiaria fue Blanco Moda Internacional, encargada de gestionar las filiales internacionales de la compañía. Pero estaba claro que esta medida no sería suficiente, por lo que buscó respaldo de entidades financieras y optó por abrir nuevos mercados que pudieran paliar la bajada de las ventas en el mercado español. SuiteBlanco volvió la mirada a Ámerica latina y se lanzó en una nueva campaña de conquista para el 2012, en un momento en el que los mercados estaban en recesión y además lo llevó a cabo de una forma precipitada en ciudades en los que el mercado de la moda española ya estaba copado por otras empresas desde hacía varios años.

Entramos en 2012 con el rebranding: la marca Blanco pasa a ser SuiteBlanco, su política de expansión va como un rayo, acaba de recibir una inyección de capital para su división internacional y apoyo de instituciones financieras. Conscientes de las nuevas necesidades y dificultades de todo este proceso, Blanco contrata a una empresa especializada en asesoramiento financiero, Gordon Brothers Europe una empresa dedicada específicamente a las reestructuraciones del sector retail, que deberá encargarse de poner en marcha un programa que garantice la correcta continuidad del negocio. En su momento, en comunicado de prensa, SuiteBlanco especificaba, entre las funciones de Gordon Brothers Europe, “proveer liquidez, aliviando los problemas de existencias y garantizando que la mayoría de las tiendas sigan con su actividad”. Además, Blanco se plantea por primera vez desde su creación en 1960 – ya que siempre ha sido una empresa familiar con capital exclusivo de la familia Blanco-,  la posibilidad de incorporar un socio inversor.

En 2012, se abrieron tiendas de SuiteBlanco en Venezuela, República Dominicana y México, con una presencia internacional que se extendía en 15 países, mientras que tenía lugar el periplo por establecer una asociación con otra empresa inversora; para encontrarla se recurrió a empresas especializadas, como One to One o Arcano Capital. Unos años antes, en 2005, Amancio Ortega había realizado una propuesta de compra a SuiteBlanco, propuesta que fue rechazada por lo que la alternativa era clara, encontrar apoyo en la segunda empresa de moda en España: Mango. Hubo un acercamiento, reuniones y negociaciones entre Bernardo Blanco Moreno e Isak Andik, pero sin llegar a un acuerdo.

 

 

Continuará…

Marga G.-Chas Ocaña