La Lucille de B. B. King y otras guitarras de colección
Hace dos días falleció B. B. King, el último de los “Padres” de la música moderna que quedaban con vida, a los 89 años de edad. Durante más de medio siglo su inseparable guitarra ha sabido transmitir todo ese espíritu insuflado en el Misisipi, el blues, como preámbulo de todos los estilos musicales que luego irían llegando. Cuando desaparece el artista queda su obra y también los objetos que lo acompañaban, la Lucille de B. B. King y otras guitarras de colección serán sin duda motivo de exposiciones, guitarras que ahora pasarán a tener un valor de “museo” e incalculable.
Para poder entender la evolución que sufre el blues, la madurez que alcanza con la incorporación de la guitarra eléctrica, y la influencia sobre la música pop, folk y, en cierto modo el rock & roll, necesitamos escuchar a Riley Ben King, músico, cantante y compositor nacido en Ita Mena, Mississippi, el 16 de septiembre de 1925. Si Riley compró (o le regalaron) su primera guitarra a los doce años de edad y ya actuaba en el coro de la Iglesia desde su más tierna infancia, estamos hablando de una de las carreras más prolongadas de la Historia de la música. Sería su capacidad de improvisación, en sus solos de guitarra, lo que le daría fama mundial. Si consideramos que su carrera profesional arrancó en 1948, le dedicó nada menos que 67 años a la música.
Los primeros éxitos le llegarían interpretando temas de un nuevo estilo musical nacido a mediados de los años 40, el rhythm and blues, del que sería un importante exponente. Siempre acompañado de una nutrida y experta banda de jazz, su primer gran éxito sería “3 O´Clock Blues”, que llegaría al Nº 1 de la revista Billboard en 1952. Desde entonces 15 grammys y numerosos galardones, además de miles de conciertos, nos deja una huella imborrable en el mundo de la música. El nombre de su inseparable guitarra proviene de un incendio en un local de Arkansas. B. B. King desoyó las advertencias de desalojo y casi pierde la vida rescatando su instrumento. Cuando descubrió que el motivo del incendio se originó a raíz de una pelea por una mujer, decidió bautizarla como a ella: Lucille.
En cuanto al coleccionismo respecta, seguramente saldrán a subasta numerosas guitarras firmadas por B. B. King. Creo que resulta muy interesante facilitaros una pequeña guía con las marcas y modelos de guitarra más cotizadas y poder hacerse una idea a la hora de buscar la más valiosa. Si alguna vez se pone “Lucille” (es una Gibson) a la venta, ni me imagino el precio que podría alcanzar, teniendo en cuenta que las que os pongo ni están firmadas por artistas y ya se cotizan.
La pugna por la supremacía entre las guitarras eléctricas siempre se ha repartido entre las marcas Fender y Gibson. Una Fender Stratocaster del año 1954, año de su puesta en venta, es una joya para cualquier colección que se precie. Artistas como John Lenon, Buddy Holly y John Mayer la eligieron por su sonido nítido y vibrante, pasando a ser reconocida en todo el mundo e imitada por todas las marcas de guitarras incipientes. Así que comprobad la placa y las marcas de fabricación para que sea una Fender. De las Gipson, la más famosa y valorada es la Les Paul, artista que la hizo famosa y que aporta el nombre del modelo para siempre. También es de principios de los años 1950 y la suelen tocar artistas como Eric Clapton (discípulo/amigo de B. B. King), Slash, Billie Joe Armstrong (Greenday), etc.
Otra guitarra de museo es “la Tele” de Fender, se comercializó en 1949 con el nombre de Broadcaster, ideal para reproducir el sonido típico de blues. Nada menos que Keith Richards y Bruce Springsteen la lucen en cada concierto. La Gibson ES-335 V se diseñó en 1958 con un cuerpo especial semihueco y reproduce los sonidos de una forma característica. La tocan artistas como Dave Grohl y Justin Heyward, entre otros muchos. La primera guitarra con doble corte en el cuerpo sería la Danelectro DC3, que se vendió entre los años 1959 y 1969 (con algunas ediciones esporádicas posteriores). Jimi Hendrix y Syd Barrett la tocaron en numerosas ocasiones.
Otra joya del diseño es la Gretsch White Falcom de 1955. Se trata de la “dream guitar” preferida de Neil Young y de John Frusciante (y de todo aquel que se atreva con el diseño retro). En los años 60s apareció la Gibson SG, elegida por Jerry García y Angus Young de AC/DC. La Gibson Flying V tiene un diseño moderno para el año 1958, por eso, conseguir una original de ese año y del año 1959 puede costar más de 200.000 dólares. Jimi Hendrix y Steve Jones (Sex Pistols) lucían este modelo en los escenarios. Por último quiero mostraros una Rickenbaker 381 V69, modelo del que se considera inventor de la guitarra eléctrica (1932) y que The Beatles y The Who popularizaron en los años 60s. Encontrar las rarezas de este primer constructor de guitarras eléctricas es casi una obsesión para los coleccionistas, pero ya sabéis las reglas fundamentales: comprobar la autenticidad y su buen estado de conservación.
[gallery ids=»9190,9191,9192,9193,9194,9195,9196,9197,9198,9199,9200,9201,9202,9203,9204″]
(post redactado en homenaje al gran B. B. King)
Toni Ferrando.