Bodegas “Comando G”, enochalados de la Garnacha

No, no es ninguna broma. Más bien todo lo contrario. Comando G es una de las bodegas más serias, originales, frescas, jóvenes, contundentes y con más sentido del humor de nuestro país. El proyecto comenzó en el año 2008 con el fin de crear “el mejor vino de garnacha del mundo” y hoy, cinco años después, están mucho más cerca de conseguirlo. Pero ¿qué es realmente o mejor dicho, quienes son Comando G? Porque está claro que para que triunfe  un proyecto de estas características tienen que confluir tres factores: una auténtica pasión por el vino, unos sólidos conocimientos sobre el arte de bodega y una visión propia de cómo organizar una empresa de estas características. Comando G puede presumir de tener las 3.

En 2005, se conocen en la universidad y traban rápidamente amistad tres herederos de la industria bodeguera: Daniel G. Jiménez Landi de Bodegas Jiménez Landi, que se preparaba para hacerse cargo de las bodegas familiares; Marc Isart, que había recibido el encargo de hacerse cargo del relanzamiento de la Bodega Bernabeleva por parte de los bisnietos de su creador y Fernando García Alonso, ingeniero agrónomo y enólogo, creador de los vinos de la bodega y responsable de todos los procesos tanto de cultivo, como de elaboración y resto de actividades de la Bodega Marañones. Tres años más tarde, mientras que se posicionan en sus respectivos trabajos, surge Comando G, una “bodega virtual cooperativa” (en palabras del El Mundo Vino), con el propósito de reinventar y engrandecer los tintos elaborados con uva Garnacha.

Para llevar a cabo el proyecto, lo primero que hacen los creadores de Comando G es localizar pequeños viñedos con cepas añejas de Garnacha en la zona de Sierra de Gredos, entre Madrid y Ávila. Compran varias hectáreas de viejas garnachas entre los pueblos de Cadalso de los Vidrios y Rozas de Puerto Real, y comienzan la labor de recuperación de estas cepas castellanas para elaborar, con esta uva autóctona -muy extendida y que estaba bastante desconsiderada-, vinos de alta calidad, frescos, elegantes y muy singulares, expresando el carácter de cada parcela en cada vino. El resultado es que en su poco tiempo de vida, han conseguido que sus vinos sean considerados de gama alta, codeándose con algunas de las bodegas de más solera del país.

Comando G se distingue también por su original forma de comercializar sus vinos: los bautizan con nombres muy curiosos, como El Hombre Bala, La Mujer Cañón o La Bruja Avería, cada uno de los cuales tiene su propia historia; los visten de un modo muy original, y los comercializan vía Internet, algo que ha trasgredido todos los cánones del bodeguero español. Por ello los han calificado de todo, “enochalados” era uno de los epítetos más suaves, pero la verdad, es que consiguieron hacer realidad un sueño siendo fieles a su idea: como bodegueros, pueden presumir de las críticas de sus vinos y tienen la suerte de colgar el cartel de agotado en varias de sus producciones cada año, que son entre 15.000 y 20.000 botellas al año y como empresarios, son todo un ejemplo de cómo levantar una empresa en muy poco tiempo y con una mínima inversión, centrándose en la calidad en lugar de en la cantidad.

Así que, si estás pensando en una cena de Halloween, una de nuestras recomendaciones es, sin duda, una botella de La Bruja Avería, para acompañar la carne. Es su vino más fresco y ligero, pero con ese nombre, la verdad es le va al pelo.

Estos son algunos de los Vinos de Bodega Comando G con sus principales características y su precio orientativo: El Hombre Bala 2011 – 15,90 € (Vino tinto joven con crianza, Madrid); La Bruja Avería 2012 – 12,60 € (Vino tinto joven con crianza, Madrid); Rumbo al Norte 2011 – 90,50 € (Vino tinto crianza, Madrid); Las Umbrías 2010 – 55,90 € (Vino tinto crianza, Madrid); La Mujer Cañón 2012 – AGOTADO; La Mujer Cañón 2010 – 52,70 € (Vino tinto crianza, Madrid); Las Umbrías 2012 – AGOTADO; Las Umbrías 2011 – 55,90 € (Vino tinto crianza, Madrid); Rumbo al Norte 2012 – AGOTADO; Rumbo al Norte 2010 – 90,50 € (Vino tinto crianza, Madrid).

 

Marga G.-Chas Ocaña

 

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