Boda de lujo para Sergio Ramos y Pilar Rubio
El futbolista del Real Madrid Sergio Ramos y la presentadora de televisión Pilar Rubio ya tienen todo listo para rubricar su matrimonio el próximo sábado en una boda de lujo que se celebrará en la Catedral de Sevilla, un escenario a la altura de la expectación que ha levantado el enlace.
Tras seis años de relación la pareja ya tiene tres hijos, Sergio, Marco y Alejandro, que posiblemente sean los encargados de llevar las arras. La pareja decidió elegir la ciudad del jugador para celebrar el matrimonio y allí no podría haber elegido un lugar mejor que la catedral sevillana a la hora de llevar a cabo semejante empresa a la que acudirán algunos de los rostros más conocidos del deporte y la televisión de nuestro país.
Al margen del aspecto religioso en el que Ramos ya está al día después de haber recibido los sacramentos hace unas semanas, lo que rodea a la boda deparará algunas sorpresas, aunque poco a poco ya se van desvelando. Está por ver si la novia llega a la catedral en una calesa o si ambos parten así desde ella.
Lo que está claro es que los novios saldrán casados y rodeados de todos sus familiares y amigos rumbo a la conocida finca del futbolista, la Alegría SR4. Este es el lugar que espera para celebrar el convite y que se encuentra a poco menos de media hora en coche desde la iglesia, en la localidad sevillana de Bollullos de la Mitación.
La Alegría SR4
La lujosa finca de Sergio Ramos se extiende a lo largo de 44 hectáreas de superficie que están ocupadas por todo tipo de instalaciones equinas y deportivas. La propiedad cuenta con varios establos y zonas de entrenamiento para los caballos, además de una lujosa mansión con cancha de fútbol 7, pista de pádel o un gran espacio para celebrar un evento tan importante como es este. Una vez allí los invitados podrán desinhibirse lejos de las miradas de los curiosos que estarán separados por un muro de tres metros de altura.
Eso sí, habrá una serie de pautas (más bien normas) que todo el mundo deberá seguir. Los teléfonos móviles y cámaras deberán permanecer en una sala fuera de los límites donde se va a celebrar la fiesta. Según los novios, la razón de esto es para que las personas que acudan al evento se olviden por unas horas de las redes sociales y todo lo que las rodea, para de esta manera disfrutar abiertamente de lo que allí va a suceder.
Y es que cada uno de los invitados ha recibido una caja negra con un libro que muestra en su portada un unicornio rojo con tres estrellas y en su interior hace un repaso de los lugares más emblemáticos de la ciudad andaluza, pero que también incluye una serie de indicaciones a la hora de acudir a la ceremonia y el convite.
Por un lado, indica que los hombres deben hacer presencia en el evento vestidos de chaqué, mientras que para los vestidos de las mujeres veta una serie de colores como son el blanco, verde, rojo, naranja y rosa. Además, advierte de que todos los invitados deberán portar un tatuaje adhesivo con forma de unicornio para poder acceder a la propiedad.
De otro lado, informa de que no serán admitidos menores de edad en la fiesta posterior a la boda y se explica como un argumento para que los adultos puedan disfrutar del convite sin tener que preocuparse de nada ni nadie. Esto supone que los tres hijos de la pareja serán protagonistas en la ceremonia religiosa pero que después no estarán presentes en la celebración de la finca.
Al margen de todo esto, ya se sabe con certeza que una amiga de la pareja como es la Niña Pastori pondrá voz a la ceremonia, aunque hay otros rumores sin confirmar que pueden resultar una auténtica bomba. De un tiempo a esta parte cada vez suena con más fuerza la posibilidad de que la banda australiana de rock AC/DC esté contratada para actuar en la fiesta. Es de dominio público la pasión que Pilar Rubio siente por este estilo de música y ya incluso se habla de que la actuación del grupo le podría haber costado a la pareja hasta un millón de euros. Habrá que esperar para ver si esto es cierto o simplemente se ha convertido en una especie de leyenda urbana.