El árbol de navidad más caro del mundo

antonio 27 diciembre, 2016

Probablemente la ciudad donde más intensamente se vive la Navidad sea Nueva York. Tanto el cine como los medios de comunicación de todo el mundo fijan su atención cada año en sus avenidas iluminadas de forma espectacular y se maravillan de cómo engalanan Broadway y la Quinta Avenida, con sus famosos escaparates “vivientes”. En la Plaza de Rockefeller Center se planta todos los años también un inmenso árbol de Navidad y se abre una gran pista de hielo para que nada falte en estas esperadas tradiciones invernales. Centenares de miles de personas recorren en estas fechas el Centro de la ciudad, a comprar regalos o simplemente a respirar el espíritu navideño como en ninguna otra parte.

Hasta el año 2010 más o menos, el árbol que se instalaba en Rockefeller Center era el más caro del mundo, con su estrella y los más de 25.000 cristales de Swarovski que lo hacían inalcanzable. El mismo árbol y los adornos que completan el conjunto navideño superan los 2 millones de dólares, hasta que se plantó en el Hotel Emirates Palace de Abu Dhabi el árbol de navidad más caro del mundo, valorado en 11.2 millones de dólares. Está instalado en el centro de su gran vestíbulo, coronado por una hermosa cúpula, y cada año se necesita más de 33 horas para instalarlo un verdadero ejército de especialistas. El árbol en si apenas supera los 10.000 dólares, pues se trata de un grandioso abeto de algo más de 12 metros de altura, pero es la ornamentación, compuesta por joyas de todas las clases y tamaños, la que le otorga este valor de récord Guiness. Aunque todo hay que decirlo, ninguno supera en visitas al de Manhattan, con más de 750.000 por día.

Pero con la búsqueda de los árboles más caros, me he encontrado con verdaderas obras de arte, aunque no tan elevadas en coste, si espectaculares por su vistosidad y grandiosidad en numerosos países. Por eso merece la pena reflejaros algunos de estos gigantes iluminados, como en Brasil, cuyo árbol si posee un récord Guiness al mayor árbol de navidad flotante del mundo, con una altura de 28 pisos (85 m) y 3,1 millones de microlámparas, soportados por una base de 11 flotadores. Suele verse por las inmediaciones marítimas de Río de Janeiro (Laguna Rodrigo de Freitas).

En la capital belga de Bruselas sustituyeron el tradicional abeto por un árbol de navidad electrónico, con una estructura metálica de 24 metros de altura y paneles que se pueden iluminar a diferentes colores siguiendo un estilo abstracto, algo que no contentó a todos pero que muestra otro modo de ver la Navidad, a la manera “ecológica”. Sus vecinos germanos del Norte, tanto alemanes como austríacos plantan árboles en sus plazas mayores y algunos, como en Colonia, presentan una planta colosal, siempre presidiendo los tradicionales Mercadillos de Navidad que mi compañera Marga os ha presentado en anteriores post.

Al igual que en Abu Dhabi, chinos y japoneses son “novatos” en esto de celebrar la Navidad, pero hay que ser realistas, a todos nos gusta celebrar fiestas, aunque sean las del vecino y no las entendamos demasiado. Por eso, las más reputadas joyerías de estas dos potencias asiáticas suelen exhibir árboles navideños decorados con sus mejores piezas. Destacan joyerías de Tokio en Japón, con un árbol confeccionado en oro puro y que “cualquiera” puede comprar por 1.8 millones de dólares, y las de Shanghai y Pekín en China, árboles que han llegado a “soportar” relojes y joyas por valor superior a los 2.2 millones de dólares. También se exhiben árboles monumentales en las ciudades de Hong Kong, Singapur y Seúl.