Tom Ford vende su enorme rancho de Nuevo México

El icónico diseñador de moda y director de cine Tom Ford ha puesto a la venta Cerro Pelón, el espectacular rancho de Santa Fe, que fue la niña de sus ojos y que orgullosamente abrió en 2011 a un reportaje para Vogue Francia al que pertenecen estas preciosas fotos de Guido Mocafico.

Diseñado por el premiadísimo arquitecto Tadao Ando, rancho es espectacular, súper eficiente, minimalista, absolutamente integrado en el paisaje desértico de Nuevo México. Durante años ha sido un santuario inspirador para Tom Ford, en el que los contrastes entre luces y sombras acompañaban idílicas jornadas con los caballos para él y su marido Richard Buckley. En una ocasión había declarado “Si pasas tiempo en ese rancho, en el oeste de los Estados Unidos o en cualquier lugar en contacto con la naturaleza, de repente todas las cosas por las que preocuparse se desvanecen”.

No sabemos a ciencia cierta la causa de que Tom Ford haya puesto su adorada propiedad en manos de la empresa inmobiliaria Kevin Bobolsky Group, pero el precio de venta del rancho es de 75 millones de dólares. Es una especulación, pero cabe la posibilidad de que Tom Ford esté pensando en invertir en la producción de su segundo largometraje “Nocturnal Animals” en la que George Clonney participa como productor y que estará protagonizada por Jake Gyllenhaal y Amy Adams.

Tom Ford se introdujo formalmente en el sector cinematográfico en 2005 con la creación de la productora Fade to Black y debutó como director en 2010 con la película A Single Man, por la que su protagonista Colin Fith (junto a Julianne Moore, Nicholas Hoult y Matthew Goode) fue galardonado en el Festival de Venecia y nominado para un Oscar y otros premios.

Volviendo a Cerro Pelón, es un rancho de caballos, que cuenta con pista de aterrizaje para jet privado y hangar, una amplia cuadra con 14 establos e instalaciones y pista para el entrenamiento de caballos, un decorado cinematográfico con una pequeña ciudad del oeste llamada Silverado, viviendas independientes para el personal, y una espectacular piscina reflectante.

Marga G.-Chas Ocaña