Tercera devaluación de la moneda china

antonio 13 agosto, 2015

Tras la tercera devaluación de la moneda china consecutiva, las bolsas de todo el mundo están nadando en un mar de incertidumbre, pendientes de las maniobras financieras que este gran coloso de la economía mundial decidirá mañana mismo, en cuanto abra las puertas su Banco Central. Y es que los chinos, hay que reconocerlo, son bastante “novatos” en la gran partida de la macro-economía capitalista, pero “saben jugar”. Cual partida de ajedrez a nivel planetario, los chinos moverán mañana ficha, aunque también nos viene bien el símil del poker, ya que los chinos pueden mañana “pasar” o seguir devaluando, caso que podría repercutir en numerosos mercados, sobre todo en el de las materias primas, pues los chinos van a vender sus productos manufacturados más baratos, pero ahora mismo están comprando más caro.

El pasado martes 11 de agosto el Gobierno Chino decidió devaluar el Yuan en vista de que su economía ha entrado en un principio de recesión (caída de las ventas) de hasta el 7 % respecto al año pasado. Esta caída se pretende contrarrestar o equilibrar ganando más competitividad y seguir la progresión de ventas que ha sido siempre al alza en los últimos 20 años. Al parecer, el periodo de crisis mundial aparecido sobre el 2008 y que todavía salpica las economías europeas y americanas, tiene ahora “efectos retardados”, salpicando tardíamente el suelo (en este caso concreto el parqué) chino que ha declarado una verdadera “guerra de divisas” donde, dependiendo del producto y la moneda, el valor se multiplicará o perderá hasta niveles de quiebra.

El 11 de agosto el Yuan se devaluó un 1,9 %, desde 1994, la mayor caída de esta moneda. El pánico repercutió en las bolsas occidentales, cayendo los índices de prácticamente todos los países. El 12 de agosto Pekín, desde el BPC (Banco Popular de China), anunció la aplicación de una nueva devaluación, esta vez del 1,62 % y el pánico provocaría pérdidas históricas en Alemania y Francia, con más de 3.2 puntos de pérdidas, Estados Unidos, con 1.9, España con 2.4 y hasta la solidez de Londres, cerraría con 1.4 de pérdidas, por señalaros algunas de las que más sufrieron con la medida china. Hoy mismo, Pekín ha vuelto a devaluar en 1.1 % su moneda, pero ha asegurado que no va a practicar nuevas devaluaciones ni a corto ni medio plazo, dando por finalizada su “maniobra financiera”, maniobra que no ha gustado nada a los fabricantes estadounidenses, pues el yuan ha perdido un 4.6 % del valor frente al dólar y las protestas han sido multitudinarias en el país norteamericano.

La respuesta de las bolsas occidentales se ha hecho notar rápidamente, ante el anuncio chino de “plantarse” y no practicar más devaluaciones. Hoy se ha cerrado la bolsa con ganancias en casi la totalidad de los corros bursátiles importantes del planeta. El ajuste chino ha animado a comprar sobre todo los productos en que son deficitarios los orientales y ha enmascarado las pequeñas pérdidas de otros valores. El Gobernador Adjunto del Banco Chino, Zhang Xiaohui, ha explicado que la diferencia con el dólar es ahora “real” y marca la verdadera diferencia que el mercado requería con respecto al Yuan. La partida está ahora en marcha, puede que el petróleo baje su precio en picado, el valor que más ha salido en los comentarios de esta maniobra, pero es sólo uno de los centenares de productos que hay que analizar con lupa para descubrir cuál nos hará ricos o nos puede arruinar si lo apostamos todo a una carta. En mi modesta opinión, China está improvisando y quiere “repeler” su recesión (que le viene tarde), con maniobras “copiadas” de otros países donde tuvieron cierto éxito. Cuidado corredores de bolsa.