Restaurante Per Se de Nueva York, curiosa valoración local

antonio 14 enero, 2016

Cuando un restaurante de lujo está considerado como uno de los mejores de América, posee tres estrellas michelín y la reciente “Liste” de la crítica francesa lo sitúa como el segundo mejor restaurante del mundo, pero “los de casa” (The New York Time) les valoran “a la baja”, o es por que, como dicen en España: “nadie es profeta en su tierra”, o es por que el día que acudió el crítico a comer se encontró la cocina en “un mal día”.

La trayectoria del Restaurante Per Se de Nueva York ha sido espectacular desde que abriera sus puertas en el año 2004. Bajo las órdenes de su actual Chef, Thomas Keller, conseguiría galardones nada menos que de tres estrellas michelín en 2005, tres más en 2006 para otro de sus restaurantes, el The French Laundry y una estrella para un tercer restaurante, el Bauchon, siendo el primer chef americano que ha conseguido 7 estrellas michelín en su carrera.

Thomas Keller ha sabido combinar la alta cocina francesa con el gusto americano. Si a eso añadimos que su restaurante Per Se está situado cerca de Broadway, estamos hablando de un restaurante de lujo en pleno corazón de Manhattan, donde artistas y personalidades importantes de todo el mundo necesitan un establecimiento acorde a la clase y al estilo de vida que merecen. El menú de degustación del chef se compone de nueve platos y el precio mínimo del cubierto está establecido en 325 dólares.

El Restaurante Per Se se integra en la cuarta planta del edificio Time Warner Center, en la calle 60 con Broadway, en 10 Columbus Circle. Cuenta con un salón para 62 comensales, un comedor privado para 10, barra de bar y una bodega de vinos completísima, sobre todo de vinos franceses. Destaca una amplia cocina vegetariana entre sus ofertas. En los últimos años ha estado valorado en el Top 10 de la Guía Michelín. The New York Times le ha concedido desde el 2010 las más altas puntuaciones, hasta cuatro estrellas, considerándolo siempre el mejor o de los tres mejores restaurantes de la ciudad.

Pero casi paralelamente a la controvertida “liste” francesa de este 2016, que ha concedido sus mejores halagos a este restaurante de cocina francesa, choca un poco conocer la opinión de la famosa revista neoyorquina, donde sólo le ha concedido dos estrellas y ha criticado muy duramente el servicio, encontrándolo frío y distante, y decepcionado con algunos de los platos, encontrándolos “torpes” y “descuidados”. Pero así es el mundo de la competición, así es nuestro mundo: no podemos permitirnos ningún descuido, tenemos que estar al pie del cañón día a día, porque en el momento más inesperado “alguien” nos valora implacablemente cuando pensamos que “nadie nos observa”.