El milagro arquitectónico de La Filarmónica del Elba

antonio 7 noviembre, 2016

Los arquitectos suizos Herzog & de Meuron, autores de la Tate Modern y el Estadio Olímpico de Pekín, han llegado más cerca de lo que nadie podría haber esperado en relación a lo que una vez fantaseó el promotor privado Alexander Gérard, un antiguo compañero de clase de Herzog y De Meuron. Estos arquitectos han creado un palacio cristalino de la música. Este palacio ha sido construido en la parte superior de un gran almacén abandonado en Hamburgo que fue construido allá por el año 1960 en su puerto industrial.

A más de 100 metros sobre el puerto de Hamburgo, como un gran galeón de cristal que se encuentra en lo alto de un antiguo almacén de ladrillos, la sala de conciertos de la Elbphilharmonie parece tan irreal como sus renderizaciones por ordenador que fueron publicadas hace 13 años y que fueron recibidas con gran incredulidad por aquel entonces.

Esta gigantesca construcción de vidrio, que inscribe una bellísima silueta ondulada, se muestra a través del horizonte de la ciudad como un trozo de mar que ha sido congelado y esculpido en el puerto. Sus elegantes paredes de cortina de vidrio ondulado conducen a una pasarela que recorre todo el perímetro de 340 metros del edificio, desde donde se puede recorrer un horizonte de grúas marítimas a un lado y al otro. Lo que hace que su complejidad se distinga de sus contemporáneos, es que sus espacios han sido diseñados de adentro hacia afuera, denotando una gran sensibilidad que se puede apreciar si se sube por dentro del edificio. Gran parte de ello se debe al impecable perfeccionador de Ascan Mergenthaler, la persona encargada de la Tate Modern Switch House, la Escuela de Gobierno Blavatnik de Oxford y el museo M de Hong Kong.

El proyecto fue presupuestado en 77 millones de euros (que según Herzog es “absurdamente bajo” ya que nunca se ha calculado), el proyecto finalizado ha costado 10 veces esa cantidad y ha estado sujeto a un sinfín de disputas, demandas y una larga investigación parlamentaria. Se le considera un proyecto a una escala sin precedentes dentro del mundo de la Arquitectura; su gran vestíbulo, colgado del tejado de 700 toneladas, cuenta con 1.000 lámparas de vidrio sopladas a mano y 10.000 paneles acústicos tallados de forma única. Para que esto fuera posible el especialista en acústica, Yasuhisa Toyota, envolvió la sala con dichos paneles y se suspendió un reflector de sonido desde el techo abovedado, dándole un tono de sonido perfecto. La estructura de 26 pisos no sólo cuenta con tres salas de conciertos de clase mundial, sino también 45 apartamentos, restaurantes, bares y un hotel de 5 estrellas. Su gran salón tiene capacidad para 2.100 invitados alrededor de un escenario central.

La plaza de 43.055 metros cuadrados ofrece vistas panorámicas y es la entrada al hotel Westin Hamburg. La propiedad cuenta con 244 habitaciones y se pueden realizar reservas. Construido entre el vidrio y la parte superior del edificio de ladrillo, hay también un espacio de observación que se envuelve alrededor de la estructura para ofrecer vistas de 360 grados de la ciudad. Su fachada de dos mil paneles de cristal ondulante imita el pasado náutico de la ciudad y los visitantes pueden ascender por una escalera mecánica de doscientos metros que recorre un túnel iluminado hasta la parte superior de la plaza pública. Las principales partes del complejo están conectadas por espacios en los que la oscuridad se alterna con elementos cóncavos ligeros, convexos y que se cierran con la apertura.

Los arquitectos se enfrentaron a años de retraso antes de, finalmente, poder terminar el proyecto. La construcción tardó prácticamente una década y los planos fueron modificados en multitud de ocasiones añadiéndole naturalmente unos considerables sobre costos al proyecto, aunque felizmente la “Elbphilharmonie” fue entregada el 4 de noviembre a Hamburgo. En el anuncio inicial de su finalización, el 31 de octubre, se pudo visualizar en su fachada iluminada la palabra “FERTIG”, que significa «completado» en alemán. El primero de seis meses de espectáculos está previsto para el 11 de enero y muchos conciertos ya están agotados, por lo que si estás planeando visitarlo, asegúrate de reservar entrada cuanto antes, ya que en su primer fin de semana se llegaron a vender 21.000 entradas.