LFA lo más deportivo de Lexus
Concebido en el año 2010 y presentado en el Salón del Automóvil de Tokio, el modelo Lexus LFA es lo más avanzado de la marca para los amantes de la conducción ligera y apasionante. Cada versión ha seguido mejorando año tras año para presentar, en su 6ª edición, un super deportivo que la misma marca define como “poder de la ingeniería artesanal” y “super deportivo del siglo XXI”. Una aceleración de 0 a 100 km/h en 3.7 segundos y alcanzar los 325 km/h son cifras “mayores” y que avalan las expectativas de este magnífico constructor japonés.
El Lexus LFA supera los 300.000 euros de coste (dependiendo de las personalizaciones se han vendido unidades, Edition Nurburgring, por más de 700.000 dólares) y, aunque se anunció en sus inicios que de las 500 unidades a fabricar, ninguna llegaría a España, hoy mismo he visto un modelo matriculado en nuestro país por la A7 de la costa levantina, y he leído que el primero se vendió en Canarias. De línea llamativa, este Lexus destaca por su poderoso motor V10 que, combinado con la ligereza de la fibra de carbono, le confiere esa maniobra rápida, segura y elegante de los modelos de alto rendimiento y tecnología punta.
Lexus asegura que ha creado este modelo sin referencias anteriores, más que su diseño característico de la marca, nacido de los Concepts y su aplicación práctica posterior. Han tenido que comprobar los efectos aerodinámicos, la suspensión en sus distintas variables y el acople de tan poderoso motor de 640 CV de potencia con el chasis de fibra de carbono (todavía más ligero que el aluminio) y sus desarrollos. Los casi 10.000 componentes de cada vehículo han sido fabricados en exclusiva, a la medida milimétrica y gran cantidad de ellos a mano.
Haruhico Tanahashi es el responsable (ingeniero jefe) de esta maravilla de la ingeniería sobre ruedas. Según las comprobaciones, gira tan rápido que ningún tacómetro analógico puede medir con exactitud, tal es su capacidad de maniobra. Para un cambio más eficiente, eligieron uno automático y secuencial de seis velocidades. Haruhico define el sonido de su LFA como “el rugido de un ángel”, pues en alianza con la marca “Mater” de los instrumentos musicales de Japón, Yamaha, se diseñaron unas “entrañas” en forma de costillas en la cubierta del colector de admisión, para que rugiese de una manera determinada.
El habitáculo interior se monta prácticamente en su totalidad a mano, con materiales de la máxima calidad. El conductor sólo verá un tacómetro en su pantalla de TFT, que cambiará según el modo de conducción seleccionado por éste. De todos los avances que se aplican a este modelo se nutren las demás gamas de Lexus, sobre todo la familia F-SPORT. Rapidez, control y seguridad a todos los niveles ha sido la mayor obsesión de los creadores de esta maravilla del siglo XXI. Debo confesar que me llamó la atención cuando lo vi en carretera, a una velocidad bastante lenta, pues la circulación así lo recomendaba. No pude escuchar en directo el sonido de su motor, pero enseguida se adivinaba la clase y el lujo de uno de los super deportivos más espectaculares fabricados nunca por una marca japonesa.
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Toni Ferrando.