La mansión de alquiler más cara del mundo
Estamos acostumbrados a escuchar aquella frase de que: estoy de alquiler porque no me llega para comprarme una casa propia. Pues bien, a buen seguro ese no es el caso de los inquilinos del 908 de Bel Air, el alquiler más caro del mundo.
Pues sí, nada menos que en el popular barrio de Los Ángeles al que desde Filadelfia llegara Will Smith en la década de los 90 para escapar de las malas compañías y vivir con sus tíos ricos. La zona más exclusiva para residir en la ciudad californiana alberga una propiedad de 3.000 metros cuadrados que puede presumir de tener la renta más escandalosa del planeta, nada menos que 1,5 millones de dólares al mes, lo que vienen a ser 50.000 dólares por noche. De este modo ha dejado casi en un negocio menor la venta de la mansión de la película La la land.
Esta mansión pertenece a Raj Kanodia, el cirujano plástico de muchas de las celebridades que habitan aquellas latitudes, entre las que se encuentran algunos personajes tan famosos como Kim Kardashian o Jennifer Aniston. La verdadera intención de Kanodia es vender la propiedad por unos 180 millones de dólares, pero mientras encuentra un comprador decidido a desprenderse de esa fortuna ha decidido ponerla en el mercado de alquiler.
Se trata de una vivienda unifamiliar cuyo inquilino estrenaría, puesto que se ha terminado de construir en 2018. Con un estilo vanguardista y decorada en un ambiente minimalista, en ella destacan sobre manera los colores neutros y los materiales en mármol, piedra y maderas nobles.
Dispone de 8 habitaciones que ofrecen unas impresionantes vistas al mar o a la montaña, además de que cada una va acompañada de un amplio vestidor. A estas se suman hasta un total de 20 cuartos de baño, todos acristalados y que recogen una gran luminosidad, además de que entre ellos hay algunos en los que destacan los lujosos revestimientos de mármol Travertino.
Los amplios salones acogen elegantes chimeneas y uno de ellos aparece con un imponente bar. Estos espacios siempre están acristalados de arriba a abajo a través de puertas de cristal de corredera, que una vez abiertas dan incluso una sensación de mayor amplitud y libertad.
Al margen de los salones, cuenta con otras estancias más que atractivas como una sala de cine, tan típica de ese tipo de mansiones. Además alberga una biblioteca y una impresionante bodega diseñada con los materiales más adecuados para garantizar una óptima conservación de los caldos y que tiene capacidad para 2.000 botellas. Por si fuera poco, su amplitud está orientada a poder organizar catas de vino.
La casa también dispone de un completo Spa que incluye jacuzzi, sauna, baño de vapor, sala de masajes e incluso un salón de belleza que hará las delicias de los inquilinos y sus invitados. Por otro lado, acoge una zona deportiva en la que no falta un detalle. Su luminosidad parece invitar a trabajar con la amplia variedad de máquinas que ofrece.
Otro de los detalles que enamoran de tan lujosa mansión son esas atractivas terrazas que se levantan sobre los jardines y su arbolado traído en gran parte directamente desde la India para infundir al paisaje una belleza exótica de lo más singular. Sus paredes acristaladas aumentan esa sensación de disfrutar los jardines desde el interior de la casa y le imprimen fuerza a ese apodo que ya le han puesto de Palacio de cristal.
Una enorme piscina, un solárium en la azotea, el comedor de verano que incluye una esplendida barbacoa, unido a la cocina exterior y un bar, completan los exteriores de la casa, no dejando de este modo ni un detalle a la improvisación. Además, está lista para recibir a un buen número de invitados al contar con hasta 12 plazas de parking.
El diseño de la mansión ha corrido a cargo del famoso arquitecto Paul McClean y está construida justo enfrente de la clínica en Los Ángeles de su propietario. El doctor Kanodia es consciente de que estos no son los mejores tiempos en lo que a negocios inmobiliarios de este tipo se refiere, por lo que su venta puede que no se realice de forma tan inminente como le gustaría. Mientras tanto, si logra un inquilino que le alquile la propiedad, esos ingresos serían un modo estupendo de costear los gastos de mantenimiento, por no hablar de los préstamos.
En cualquier caso, Kanodia ya tiene claro que quien se decida a apostar por esta mansión a semejante precio, a buen seguro le enfrente a una dura negociación para reducir las cantidades lo máximo posible.