La arqueología submarina en ARQUA
La arqueología submarina en ARQUA muestra nuestro pasado más remoto pero sobre restos encontrados bajo el agua, específicamente bajo el antaño llamado Mare Nostrum o Mediterráneo, que es con toda probabilidad, el mar con más pecios del mundo, ya que estamos hablando de un mar cuyo comercio internacional se remonta al menos al II milenio a. de C. Épocas de gran tráfico como la fenicia, púnica, helenística y romana, han dejado sus huellas en naufragios, hundimientos y restos de batallas navales, y gran cantidad de estas embarcaciones reposan en el fondo marino a la espera de ser descubiertos.
A parte de un museo situado en Turquía, el ARQUA es el único de su tipo en Europa, por eso está considerado como Museo Nacional. Ubicado en la histórica ciudad de Cartagena, Comunidad de Murcia, España, su puerto ya era de los más importantes en época cartigenesa (de ahí su nombre), pasando por las distintas culturas hispánicas, romanización y Edad Media, constituyéndose siempre como una de las principales bases navales de la Península. En época más moderna, se convirtió en la única base para la construcción y atraque de submarinos en España. De hecho, continúa hoy en día siendo la única base operativa de estos aparatos militares subacuáticos. En recuerdo del pionero en la construcción de submarinos, encontramos en su Paseo Marítimo el sumergible (1888) de Isaac Peral (1851-1895), inventor del primer submarino torpedero. La última nave de este tipo de la Armada, que está en construcción y se botará en el año 2016, llevará el nombre de este ingenioso militar e inventor de Cartagena.
Vista la proliferación de naves en circulación por el Puerto de Cartagena, a lo largo de su historia, ni siquiera hace falta descubrir pecios en el resto del extenso litoral peninsular para surtir cualquier museo. Por eso, con los pecios rescatados en aguas murcianas, es más que suficiente para clasificar cronológicamente la Historia de la navegación por el Mediterráneo. Aunque el origen del museo data de 1970, el actual edificio se inauguró en el año 2008 ya con la definitiva denominación de Museo Nacional de Arqueología Subacuática. La entrega del tesoro de 17 toneladas pertenecientes a la fragata Nuestra Señora de las Mercedes (Cuba, 1786), hundida en 1804, sólo reafirma que el Museo será el principal destino (junto al Museo Naval de Madrid) de todos los restos que se descubran en cualquier océano y con Derecho de pertenencia española.
El edificio que constituye el Museo es de estilo “nueva arquitectura española” y su proyecto fue expuesto en el año 2006 On-site, en el MOMA de Nueva York. En su interior no faltan las series anfóricas, de todas la épocas, tan típicas del comercio en la Antigüedad. También podemos encontrar muestras metalúrgicas, religiosas hechas de marfil o de vidrio, series numismáticas y otros objetos epigráficos. Quizás lo más llamativo sean los dos barcos fenicios completos que datan del siglo VII a. de C. que se hallaron en la playa de Mazarrón. Una biblioteca complementa los objetos que podemos contemplar con más información específica. Otra sección importante del Museo es su Centro de Investigaciones Submarinas, donde no se cansan de recordarnos que bajo las aguas se encuentra el 99 % largo de las embarcaciones que todavía no se han descubierto y que, por su especial y natural forma de preservación, nos puede contar mucho más sobre la Historia de nuestro más remoto pasado, ya que la navegación es un arte con milenios de antigüedad.
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Toni Ferrando.