La aceituna rellena conquista el mundo
La costumbre del aperitivo en Alcoy, a principios del siglo XX, resultaba tan importante, que los bares, restaurantes y tabernas de principios de ese siglo, se estrujaban la cabeza para presentar platos siempre apetitosos y sencillos a la vez. Varios empresarios alcoyanos comenzaron a soñar cómo “la aceituna rellena conquista el mundo”, testigos del éxito que despertaba en la gastronomía local. Se embotellaron numerosos licores locales para su comercialización, como el café licor alcoyano, y la costumbre de los frutos secos y las aceitunas se hizo imprescindible para acompañar estos licores. Probablemente, los empresarios alimentarios vieron que de ese afán por atraer a la clientela, destacaba la tapa de aceitunas con anchoas, combinación que daría la idea para un nuevo aperitivo en conserva: la aceituna rellena de anchoa. Cándido Miró sería el primero en llevarlo a cabo industrialmente.
Los bombardeos de la Guerra Civil del 36/39 redujeron Alcoy a escombros. Nunca más volvería a ser esa mítica “febril Alcoy”, cuyo gremio textil (origen de los actuales sindicatos obreros) es uno de los más antiguos de España y quizás del mundo, pues data de 1236, es decir, exactamente siete siglos entre ambas fechas. Esos siete siglos de andadura industrial imparable, a pesar de todas las dificultades (escaramuzas del revolucionario Al-Azraq, pérdida de Privilegios y prohibición de comerciar con América hasta 1780, Guerras de Sucesión, invasión napoleónica, etc), la industria siempre ha seguido una línea ascendente. Pero fue tan brutal el destrozo durante 1938, que no se salvaron ni las iglesias y, en consecuencia, a mediados del siglo XX desaparecería la industria papelera (pionera en Europa y con siglos de solera), Fosforera Española (Mistera), grandes fundiciones, jugueteras, junto a decenas y decenas de fábricas de variada producción. Sólo el textil se ha mantenido con alguna fuerza, pero resulta simbólica comparada con aquellos “tiempos pasados”.
Si hay algo que no cambia, a pesar de las guerras, crisis o cualquier vicisitud que ocurra, es la industria alimentaria, así que sería de lo primero que en Alcoy se reconstruiría. Entre estos primeros empresarios surgirían apellidos muy ligados a bodegueros con reputados “caldos” (salmuera) para los aperitivos: aceitunas, zanahorias, cebolletas y otros productos de la Sierra de Mariola. Estos tres hombres se llamaban José Reig Pastor, Alfredo Alberola Sempere y Alfredo Alberola Balaguer, y de la inventiva conjunta surgiría un fenómeno comercial que ha revolucionado las técnicas comerciales del siglo XX. El nombre de la empresa: “La Española”, cuyo eslogan “una aceituna como ninguna”, ha surcado los cinco continentes desde 1955 y en todos los idiomas “comerciales” del mundo.
Aceitunas La Española se fundó en 1941, no sin rumores sobre “plagio” o robo de la receta al empresario de El Serpis, Don Cándido Miró, pero quizás no sean más que eso: rumores. La cuestión es que la agresiva campaña publicitaria desarrollada por estos tres socios es digna de admiración, que por extensa, resumiré en algunas de sus aportaciones. ¿Dificultades? El primer gran envío a Nueva York de aceitunas rellenas de anchoa sería lanzado por la borda por “incumplimiento de la fecha de entrega”, seguramente perpetrado por los poderosos sindicatos portuarios de la ciudad americana. Eso lo tenían muy retenido en la memoria, pero eso sólo es un ejemplo, ya que en estos casi 75 años de existencia, las dificultades han sido numerosas (y continúan siéndolo).
En la década de los años 1940, a la par de acondicionar unas magníficas instalaciones y asegurarse de buena materia prima, invirtieron casi todo el capital restante en una campaña publicitaria sin precedentes. La cartelería diseñada y elaborada en las papeleras alcoyanas y los anuncios de radio irían “in crescendo” e inundando los hogares de toda España. Patrocinaban concursos populares y programas míticos de radio. El anuncio de 1955 comparte incluso “el nacimiento de la televisión en España”, como protagonista y complemento: la publicidad, imprescindible para su supervivencia (la de ambos, se entiende). Pero existe algo muy interesante en la vida de esta conserva y es el propio envase. En las realizaciones artísticas sobre el metal y los métodos de conservar los alimentos han ido siempre por delante del resto de conserveras. La Española sería la primera en imprimir fotografías en color sobre la lata, por ejemplo, detalles que la han convertido en un reclamo publicitario por sí misma, así como el marketing internacional: el contrato con las Aerolineas más importantes del mundo, con Pan Am a la cabeza, detalle que la convertiría en el aperitivo más popular del mundo en los años 1970. Pan Am ya no existe, pero el producto que indirectamente popularizaron siguió creciendo de forma imparable. La famosa idea de “retirar dos aceitunas a los clientes” no salvaría a la famosa aerolínea, quizás si hubiesen aumentado en vez de reducir el número…
La rivalidad comercial El Serpis/La Española creo que ha favorecido el crecimiento de ambas. Si por una parte la primera apuesta desde siempre por la calidad de sus caldos y de su materia prima, la segunda sería fundamental para la propagación comercial del producto, consiguiendo además, una buena calidad mediante investigación e innovación para nuevos productos aperitivos en conserva. La Española sería la primera empresa en aplicar una película plástica en las paredes de las latas y la primera en sacar al mercado el mecanismo “abre fácil” actual. El día que vi un documental sobre la ciudad lejana de Vladivostok (Rusia Oriental), al otro confín de la tierra, y vi en un frigorífico una lata de aceitunas rellenas, se me ocurrió este post. ¿La marca de la lata…? Venga, lo diré: El Serpis, cuya fábrica se mantiene en la localidad. La Española está en estos últimos años en un proceso de “reubicación”, ya que quiere trasladar todas sus factorías andaluzas y diseminadas por la comarca a Alcoy, una de las ciudades más castigadas por el desempleo y única en la Comunidad Valenciana que ha bajado su número de habitantes en los últimos 20 años. Pero las Autoridades andaluzas, los trabajadores afectados y cierto sector minoritario de la sociedad alcoyana, se resisten fuertemente al traslado.
Turquía (13%), Egipto (12%), EE.UU. (9%), España (7%), Argelia (7%) e Italia (5%), son los mayores consumidores de aceitunas de mesa del mundo y España produce el 21 % del total mundial, exportando el 39% del total que se exporta en el mundo (342.300 TM), siendo el mayor productor y exportador de este fruto típico del Mediterráneo. Aceitunas La Española es la empresa líder en el sector y su producción ofrece gran cantidad de variedades en conserva, además de otros productos agroalimentarios.
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Toni Ferrando.