Expo Milán 2015

El concurso público para elegir el proyecto que representará a España en la próxima Expo Universal de Milán 2015 fue convocado a finales de enero por la Acción Cultural Española (AC/E). Al concurso se presentaron 31 proyectos, una cantidad nada despreciable si tenemos en cuenta la participación e otros concursos oficiales de arquitectura. El fallo se publicó a finales del pasado mes de marzo, otorgándole la concesión del pabellón español al estudio B720 liderado por Fermín Vázquez por su proyecto titulado Lenguaje del Sabor, que en palabras de la (AC/E), “ofrece una inteligente solución aparentemente sencilla a la complejidad técnica, espacial, funcional y temática de esta Expo”. Algunos están encantados con el proyecto, sin embargo, otras voces se han alzado por esta decisión, hablando incluso de “escándalo”. He querido profundizar un poco en el proyecto para poder hacerme una opinión sobre lo que dicen unos y otros.

La Expo Universal de Milán 2015 se celebrará el próximo año desde el 31 de mayo al 31 de octubre. El lema escogido para esta edición es «Alimentar el planeta. Energía para la vida”, para desarrollar proyectos expositivos en torno a los problemas inherentes a la alimentación, uno de los temas que se encuentra dentro de los Objetivos del Milenio de la ONU para 2015. Unos 150 países ha confirmado ya so participación en la Expo Universal de Milán 2015, que espera atraer a más de veinte millones de habitantes durante su celebración.

El proyecto

La AC/E especificaba en las bases del proyecto las condiciones que debía cumplir el espacio destinado a España, un pabellón cuyo diseño integrara arquitectura, paisajismo, espacios gastronómicos y espacios expositivos para los contenidos, con una dotación económica de 1 millón de euros y un espacio disponible de algo más de 2.000 metros cuadrados. Pues bien, el pabellón diseñado por la oficina B720 de Fermín Vázquez Arquitectos cumple todas estas premisas, incluida la del precio, ya que fue el proyecto más caro de todos los presentados.

El proyecto de Fermín Vázquez Arquitectos se llama “El lenguaje del sabor” y aúna los conceptos de tradición e innovación mediante la dualidad: contrastes entre espacios abiertos y cerrados y entre materiales modernos y tradicionales y todo ello, dentro de una estructura de líneas claras formada por pórticos de madera. Para cumplir con las premisas de la AC/E, el equipo de B720 desarrolló “El lenguaje del sabor” fijándose en dos aspectos, la arquitectura -bajo la dirección de Peco Mulet- y el proyecto expositivo, dirigido por Jordi Hernández, de la firma Indisoluble, todos ellos coordinados por Fermín Vázquez, director del conjunto del proyecto.

El pabellón, aparentemente sencillo ofrece una estructura clara, limpia y bien diferenciada, que contempla tanto espacios abiertos como cubiertos y que ofrecerá a los visitantes diferentes alternativas de recorridos y un concepto expositivo de continuidad. Según el acta del jurado “consigue crear un pabellón fácilmente comprensible, generador de recuerdo, cuya estructura de pórticos genera un efecto de repetición que refuerza la singularidad, resultando atractivo e impactante”.

La polémica

Las voces discordantes no se alzan por el proyecto en sí, sino por la forma en la que se ha tomado la decisión. Varios arquitectos han detectado graves errores en el procedimiento, por ejemplo, las ofertas económica y técnica se presentan por separado y el fallo del jurado se hace público para las dos propuestas al mismo tiempo; en el caso de la adjudicación del pabellón de la Expo Universal Milán 2015, primero se publicó la propuesta económica, se anunció al vencedor y días más tarde se publicó la propuesta técnica. Como consecuencia de este hecho, un grupo de arquitectos dirigió una carta a Elvira Marco, directora general de AC/E, pidiendo la impugnación del fallo del jurado, por incumplimiento de las bases de la convocatoria de la licitación.

En conjunto, estas alteraciones de un procedimiento de concurso público lo menos que pueden provocar es desconfianza, y más si tenemos en cuenta la cuantía del proyecto, que 1 millón de euros es 1 millón de euros. El caso es que se ha puesto en marcha un recurso de impugnación y se le ha pedido al Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España que dictamine si el fallo del jurado ha sido fraudulento o no, pero de momento, el organismo aún no se ha pronunciado.

Próxima convocartoria Dubai 2020.

Marga G.-Chas Ocaña

 

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