El Rolls Phantom Drophead Coupé

antonio 26 agosto, 2014

Puede que hayan muchos vehículos “descapotables” en el mercado, pero me tienen que perdonar si elijo el Rolls Phantom Drophead Coupé de entre todos ellos. En estas fechas de verano resulta toda una gozada atravesar los paseos marítimos con la melena al viento, escuchando tu música favorita, con la panorámica de 360º disponible desde este coche que representa el mayor exponente del lujo y la elegancia trasladado al mundo del motor.

La Rolls Royce lleva fabricando artesanalmente sus coches de lujo desde el año 1904. En esos primeros años tuvo que competir con todas las marcas europeas y americanas incipientes, años donde el simple hecho de tener un automóvil ya era sinónimo de prosperidad y holganza económica. Así que los mejores motores y el confort serían los que iban a decidir qué constructores seguirían en el mercado. Esta marca inglesa, fruto de la asociación entre Frederick Royce (ingeniero) y Charles Rolls (ejecutivo), comenzaría a comercializar el Silver Ghost en 1906, desde su taller de Derby. Este primer modelo mítico tendría tanto éxito que se fabricaría hasta 1925, superando las 6000 unidades.

Poco a poco se fue configurando la lista de las marcas y las tendencias o sectores a los que se dirigían las creaciones sobre cuatro ruedas. Mercedes, BMW, Hispano Suiza, Bugatti, Peugeot, por decir algunas, irían especializándose, de manera que muchas marcas no sobrevivirían a las Grandes Guerras y otras se adaptarían para un mercado con menos poder adquisitivo. Rolls Royce ha seguido siempre su directriz de buscar “lo mejor”, de ofrecer al cliente no un vehículo con el que trasladarse simplemente de un lugar a otro, sino que además, marcara una “categoría” más, que sólo con la simple visión de su típica figurita alada, su Spirit of Ecstasy obvie la llegada del glamour y la clase por donde quiera que pase.

A finales del siglo XX la economía mundial se configura “globalmente”. El mayor problema de esta empresa vendría ocasionado por su sección aeroespacial: un fracaso en la fabricación de un turborreactor ocasionaría la bancarrota en 1971. Esto motivó la escisión y nacionalización de su sección aeroespacial. Todas las grandes marcas se adaptan al nuevo modelo económico global y la Rolls Royce Motors Cars no es menos. Su sección aeroespacial, que sigue siendo puntera en el mundo, sufre tentativas desde ambos lados del Océano. Pero su sección del automóvil será absorbido por la BMW, consiguiendo la marca alemana adjudicarse la empresa más apreciada en automóviles de lujo. Así, desde enero del 2003, pertenece a BMW y la Bentley a Volkswagen.

El Phantom Drophead Coupé sigue un diseño atemporal, tal y como explican desde Rolls Royce, marcando un carácter más desenfadado y confortable en el interior. Salvando las distancias, está inspirado en los yates de carreras de la clase J de los años 1930, con su capota que se eleva o pliega de manera fácil. Tiene cierto aire romántico y confiere a los pasajeros cierta intimidad conmovedora. Charles Coldman es el estilista que se ha ocupado de que el interior de este coupé nos traslade a ese “otro mundo” de la náutica.

La conducción resulta refinada y serena gracias a su estructura de aluminio rígido y su suspensión de aire. El piloto lo tiene todo al alcance de su pulgar, todo se controla fácilmente, hasta el cierre de la puerta es electrónico. Su motor es un poderoso V12 de aluminio de 6749 cc y 453 CV de potencia, con un par de 720 Nm a 3500 rpm. Caja de cambios de 8 velocidades, con esas dos añadidas para una mejor aceleración en situaciones de velocidad. Su monitor frontal de 8,8 pulgadas muestra con claridad su nuevo sistema de navegación, así como cargar un DVD para el entretenimiento de los pasajeros. Posee cuna para Smartphone, USB y Aux-in para estar siempre conectados. El precio de este automóvil depende de las motorizaciones y personalizaciones que se elijan, pero podemos aproximarnos a los 267.000 € si no somos demasiado exigentes.

También dispone de un sistema de cámaras que analiza los 360º a su alrededor. Son muy útiles cuando se está saliendo de un cruce, por ejemplo, la trasera puede “predecir” la trayectoria, por ejemplo estacionando en un aparcamiento, e incluso tiene una cámara de vista superior, capaz de girar en todas direcciones. La tecnología nunca está reñida con el estilo, al contrario, resulta de lo más sugerente disfrutar del máximo confort, sabiendo que a nuestro alrededor todo está pensado para nuestra seguridad y prestaciones, sin perder un ápice de elegancia, tal y como supone el mejor estilo de vida.