Adios Euro y Dólar, Hola Bitcoin
Mientras algunos españoles aún añoran las pesetas, los mercados internacionales se olvidan de las monedas acuñadas por países y se suman a la ola imparable de Bitcoin, una moneda de cambio virtual cada vez más extendida, aceptada y que, curiosamente, ha comenzado a popularizarse por su uso para adquisición y venta de bienes y servicios de lujo. De momento, no la utilizarás para compra en el súper, pero si quieres reservar online un viaje al espacio, comprar un Ferrari o alquilar una villa de lujo, lo más probable es que la mejor forma de pagarlo sea utilizando bitcoins, una moneda virtual encriptada que poco a poco va invadiendo más y más sectores del comercio electrónico, empezando por las transacciones consideradas de lujo.
Como siempre y como en todo, las opiniones están divididas, hay quienes lo consideran una tontería y hay quienes ven en el bitcoin la moneda del futuro. Mientras tanto, cada vez son más las empresas y los portales que admiten bitcoins como moneda de cambio, pero ¿sabemos realmente lo que son, como funcionan o dónde conseguir bitcoins? Te vamos a contar todo lo que necesitas saber aunque no podremos hacerlo todo junto, porque hay muchísimo que contar.
Bitcoin es una divisa electrónica, una moneda como cualquier otra, que sirve para intercambiar bienes y servicios pero que es independiente, no pertenece a ningún país, por lo tanto no está controlada por ninguna entidad financiera (OMG!!!) y que aporta a las monedas de uso corriente un plus de estabilidad, eficiencia y seguridad en los intercambios. Bitcoin no necesita intermediarios para las transacciones, que son directamente de persona a persona, ya que es una moneda digital, que no existe fisicamente y que es creada y mantenida por vía electrónica. Se trata del primer ejemplo de una nueva categoría de dinero, conocida como cryptocurrency.
Es decir, Bitcoin incluye varios conceptos en su definición, por un lado la moneda virtual en sí; lo que permite que esa moneda exista y cambie de manos; un protocolo de envío y recepción de mensajes open source (código abierto) y una red P2P (peer to peer) que no tiene propietarios, no es controlada por nadie y a la vez por todos los que la utilizan en la que los usuarios comparten un software que cumple unas mismas reglas pero que es libre tanto para usuarios como para desarrolladores. Bitcoin funciona porque los que lo están utilizando están de acuerdo, por lo tanto, todos los usuarios están interesados en proteger este consenso.
¿Quién está detrás del nacimiento de Bitcoin? Nadie lo sabe, su creador fue Satoshi Nakamoto, pero este nombre no es más que un alias y quien está detrás de él nadie lo sabe, puede ser un hombre, dos, tres, una mujer, una organización… Lo que hizo Satoshi Nakamoto fue inventar el protocolo de bitcoin, un código abierto no convencional cuya encriptación es indescifrable y está basado en fórmulas matemáticas puras, un algoritmo inteligente cifrado mediante claves únicas y patentadas que puede ser utilizado y visto por todo el que se conecte a un ordenador de forma rápida, sencilla y segura..
La primera aparición de Satoshi Nakamoto fue en noviembre de 2008 en la criptografía de una lista de correo y fue quien publicó la primera prueba del concepto del protocolo Bitcoin en un dominio llamado bitcoin,org, utilizando un servicio de registro anónimo japonés, aunque luego el dominio se trasladó a Finlandia; también estaba presente en el lanzamiento de la primera versión del cliente de software bitcoin en 2009 y se le rastreó en unas cuantas listas de correo más vinculadas con bitcoin y en partes del código desarrollado hasta que, en 2011, su rastro desapareció definitivamente.
La verdad es que hay muy pocas personas en el mundo que puedan ser Satoshi Nakamoto, es decir, que tengan la capacidad para serlo y todas ellas lo han negado públicamente. No es necesario preguntarse por qué alguien querría crear un protocolo cryptocurrency que posteriormente sería utilizado como mecanismo anónimo de comercio, es un sueño para todo aquel que quiera cambiar el sistema y las implicaciones socio-politico-económicas que se pueden derivar de su cada vez más extendido uso dan para llenar un par de biblias y le ponen a uno los pelos de punta.
Marga G.-Chas Ocaña
