Suiteblanco ascendencia y caída de una empresa española

 

Tengo que reconocer que llevo varios días con este artículo atragantado y es que cuanto más me documento sobre el tema más colorada de indignación me pongo, así que voy a lanzar a la blogosfera mi punto de vista y quizás lo lea alguien que me aclare un par de cosillas. El asunto es la venta de la empresa de moda española Blanco (SuiteBlanco) al todopoderoso grupo saudita Alhokair, pero sobre todo, la nula ayuda o colaboración recibida por la empresa para salir a flote el pasado 2013 y la venta a precio de saldo de la primera empresa moderna de moda española a una empresa extranjera, a cambio de mantener los puestos de trabajo de sus empleados, en lo que supone el mayor concurso de acreedores de moda española de nuestra historia económica.

 

No sé por donde empezar. Está claro que Blanco (SuiteBlanco) tomó una serie de decisiones poco acertadas entre los años 2010 y 2011; a mi modo de ver, decisiones equivocadas por el momento en que se tomaron y por la forma en que se ejecutaron, pero no por ser disparatadas; Blanco quiso sumarse al carro de la expansión internacional de la moda española pero el problema es que tenían que haberlo hecho varios años antes y no a las puertas de una crisis internacional que hizo descender las ventas, no sólo las suyas, ni sólo las del sector moda, sino de todas las empresas españolas. Pero a ver, tampoco es la única empresa deudora en España, ni su deuda es la más espectacular, vamos, que no supera a los botes de la primitiva, es menor que el fichaje de muchos jugadores de fútbol y, por supuesto, menos que muchas de las cantidades conocidas depositadas en paraísos fiscales por figuras públicas en activo de nuestro país, por no hablar de las cifras de los rescates bancarios.

No deberíamos olvidar que Blanco (SuiteBlanco) fue la primera. Lo fue antes que Zara, antes que Mango, que ha tenido más de medio siglo de trayectoria; que empezó como una empresa familiar y que rompió moldes como modelo de imagen de empresa. Comenzó por una tienda en Bilbao en 1960 y diez años más tarde estaba abriendo tiendas en Madrid; en los 80 fue un auténtico boom, por su diseño y sus precios y su éxito duró varias décadas sin apenas competencia. Tengo que reconocer que yo fui esa “chica Blanco”, chica de provincias que se iba a estudiar a Madrid donde se compraba ropa con la que sus amigas de provincias alucinaban y en parte lo fui gracias a Blanco, por lo que todo esto me produce una cierta “morriña”.

 

El caso es que Blanco (SuiteBlanco) ha llegado a ser un grupo textil con varias empresas, su matriz actual es Avance y Diseño SL, que cuenta con varias sociedades para diversificar sus actividades, como Tiendas Blanco España que era la que gestionaba el comercio al por menor en España y Blanco Shop para el comercio virtual o Diagomoda (que fue la primera y la más importante hasta la diversificación) para la confección de prendas. Ha llegado a tener 240 tiendas abiertas en emplazamientos estratégicos de 12 países, daba empleo a unas 3.000 personas y sus prendas se diseñaban en Móstoles aunque la fabricación se externalizó a Asia; además el grupo cuenta con dos centrales logísticas ubicadas en Parla (Madrid) y Seseña (Toledo).

Blanco (SuiteBlanco) siempre estuvo dirigida por el mismo hombre, su creador, Bernardo Blanco Solana hasta que pasó a manos de su hijo Bernardo Blanco Moreno y su capital siempre perteneció a la familia Blanco al 100%. Tristemente el fundador de Blanco falleció en Madrid en junio de 2012 a los 75 años tras una larga enfermedad, por lo que no pudo ser testigo antes de la caída definitiva de la empresa a la que dedicó su vida.

 

 

Continuará…