Restaurante Hotel de Ville de Crissier

antonio 27 diciembre, 2015

El Restaurante Hotel de Ville de Crissier, ubicado en Suiza, está considerado por la crítica francesa, como el mejor restaurante del mundo, en una “Liste” de las 1.000 Mejores Mesas publicada en París este mismo mes, y en respuesta a las Listas anglosajonas que “eligen de manera algo opaca y acaparan demasiado la atención” de propios y extraños en el mundo de la Cocina Internacional. Al fin y al cabo, desde hace más de un siglo se considera a la Cocina Francesa como modelo a seguir y en los últimos tiempos Londres y Nueva York pretenden restarles el protagonismo que merecen, con muy pocas referencias a la alta cocina francesa. Por ello, aunque hayan “barrido para casa”, eligiendo a tres restaurantes franceses entre los diez primeros, creo que merecen el mismo respeto, como mínimo, que las demás Listas pues, de hecho, la Escuela Francesa de Cocina es fundamental y la más respetada del mundo.

Suele suceder que los mejores restaurantes estén situados en o bajo la dirección de excelentes Hoteles, como es el caso de este Restaurante de la localidad de Crissier. No existe mejor campo de pruebas que todo tipo de clientes: exclusivos, o venidos de la amplia Clase Media o menús generosos servidos a domicilio, que pueden ser desde la casa de algún hacendado, hasta los comedores escolares. Por eso en la cocina de estos restaurantes están habituados a lidiar con grandes cantidades de productos frescos y a elegir continuamente lo mejor. Además, marcan la diferencia, pues ensayan nuevos platos con los que deleitar a la clientela.

Este restaurante suizo se encuentra muy cerca de la localidad de Lausanne y ya atesora tres Estrellas Michelín (otorgadas en 1997). El chef es el franco-suizo Benoit Violier, de 44 años de edad, que tomó el mando de la cocina junto a su mujer Brigitte en el año 2012. El aforo del comedor está limitado a 50 cubiertos y los menús varían entre 180 y 365 euros, probablemente “al alza” tras recibir el galardón de Mejor Restaurante del Mundo y el consiguiente aluvión de reservas que se esperan.

El edificio del Hotel de la Ville está construido en piedra al estilo del siglo XIX, como una casona señorial antigua. El ambiente del restaurante no está recargado y es muy acogedor. Disponen de excelentes cartas de quesos y vinos y si se espera en mesa un plato tradicional suizo, me parece que tendrás que “amenazar” al chef, ya que Benoit entra dentro de esa innovadora Alta Cocina de fusiones tanto en lo visual como en los sabores. También es cierto que Brigitte, su mujer, aporta su toque para conseguir que vuelva a ser este lugar un templo de la cocina internacional, dignos sucesores de los grandes maestros de la cocina como eran Frédy Girardet y el mítico Phillipe Rochat (el chef de las estrellas michelín de hace dos décadas), que elevaron este coqueto rincón suizo a lo más alto de la cocina francesa.