Pal-V Liberty el coche volador para el 2019
Para muchos particulares, empresarios, y hombres y mujeres de negocios en general, que deben administrar grandes áreas de terreno y trasladarse a menudo hacia la gran ciudad, resulta fundamental un medio de transporte a “medida”. Parece mentira que a estas alturas del siglo XXI todavía dependamos de los mismos aparatos que hace un siglo, es decir, coches para la carretera, ferrocarril con sus estaciones y líneas fijas, y acudir al Aeropuerto si queremos trasladarnos rápidamente para los trayectos largos. El Pal-V Liberty es un coche volador que reúne todas las condiciones para convertirse al fin en el modo de transporte del presente y del futuro, con un diseño extremadamente práctico y atractivo que probablemente triunfe.
Durante más de medio siglo las empresas aeronáuticas e inventores particulares han ido presentando modelos de coches voladores que siempre han sorprendido, pero ninguno de ellos ha llegado a comercializarse, o por problemas técnicos, o por estética, todos han pasado al olvido, quedando como meras anécdotas en la Historia de la Aviación. El Pal-V no es más grande que un modelo de auto de gama media, que cualquier turismo actual, y tiene la posibilidad de convertirse en un helicóptero con sólo desplegar sus hélices. Por su diseño y prestaciones, debemos combinar dos permisos: el de conducir y el de vuelo, éste último siendo el básico, pudiendo expedirse en cualquier aeródromo homologado donde se impartan este tipo de permisos.
Las características del Pal-V Liberty son completamente distintas a un coche actual y también distintas a un helicóptero, pues resulta un híbrido de ambos vehículos. Lo primero que llama la atención son sus tres ruedas en vez de cuatro. Esto resta peso y aporta mucha más agilidad y menos resistencia al aire al aparato. Por tierra sobrepasa los límites de una Autopista en España, pues puede alcanzar los 160 Km/h a una potencia de 100 CV, y por el aire sobrepasa los 180 km/h., con potencia de 200 CV. Para su propulsión dispone de dos motores de avión Rotax adaptados para cada modalidad y un depósito de gasoil para 100 litros, lo que le da una autonomía de 1300 kms por tierra sin repostar y de algo más de 400 kms por el aire.
El proyecto fue iniciado por un equipo de británicos que se afincaron en Holanda, en el municipio de Geertruinderberg, en la zona industrial de Raamsdonksveer, iniciando en 2001 la aventura. Los primeros aparatos experimentales obtuvieron el rendimiento deseado, pero decidieron aumentar su volumen para que transportara a un ocupante, así que tras casi una década de experimentación, consiguieron un biplaza de 910 kgs de peso y de gran versatilidad, muy apto para su fabricación en serie. En marzo de 2012 se probó el primer vuelo experimental con éxito. Los primeros prototipos no eran mayores que las motocicletas de tres ruedas con carrocería.
El aparato es un compendio de diseños. Para la mecánica se han inspirado en la tecnología alemana. Para la carrocería han contado con el siempre atractivo diseño italiano y la tecnología instrumental es la estándar de los modelos de la aviación actual. Su sistema de navegación está garantizado y sólo queda recibir el pertinente Certificado que se espera para principios del 2019, fecha en que se supone el comienzo de su fabricación en serie. Ya se admiten pedidos, ya se presentó en el pasado Salón del Automóvil de Ginebra del 6 de marzo, y nada parece frenar el proyecto, ya que han calculado todos los impedimentos y se rigen por la homologación tanto de Europa como de América. Para los primeros modelos exclusivos, el precio rondará los 480.000 euros, pues estará equipado con todo lujo de detalles, pero su precio “normal” se establecerá en torno a los 320.000 euros. ¿Estamos ante el primer «aeromóvil» que revolucionará el transporte?
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