Michael Phelps el mejor atleta de todos los tiempos
Todos los medios de comunicación se empeñan por encontrar a algún atleta de la antigüedad o contemporáneo para dar énfasis a la proeza que Michael Phelps ha logrado en su carrera deportiva y que posiblemente haya terminado con los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero no les queda más remedio que acudir a la Mitología Griega porque ningún mortal de ahora ni de antaño se puede comparar a su asombrosa trayectoria de éxitos.
Según los expertos, la Natación es el deporte más completo de todos y también el más duro, porque el esfuerzo muscular abarca todas las articulaciones y prácticamente funciona la totalidad de los músculos del cuerpo al mismo tiempo. En dureza y resistencia se piensa que el ciclismo es más exigente, pero obviamente trabajan a pleno rendimiento las piernas, mientras los brazos no realizan un ejercicio tan duro. Por consiguiente, Michael Phelps, además de ser el nadador más galardonado de la Historia, es también el deportista más completo de todos los tiempos. Si a eso añadimos que estas mismas frases de reconocimiento se han repetido en anteriores eventos deportivos: Juegos Olímpicos, Mundiales y demás competiciones de prestigio donde ha participado, tenemos a un héroe de 31 años que supera la barrera de lo “creíble”.
Michael Pheps nació en Baltimore, Maryland (USA), el 30 de junio de 1985. Entró en contacto con el mundo de la Natación a los 7 años de edad como terapia para calmar su hiperactividad, llegando a ser diagnosticada clínicamente, derivando en un Trastorno por déficit de atención. A los 10 años batiría el récord nacional en distintas distancias para las categorías infantiles y juveniles. Con 15 años participaría en las Olimpiadas de Sydney 2000, el más joven de todos los nadadores y de todos los deportistas en dicho evento. No obtendría medallas pero unos meses después batiría el récord mundial de los 200 m mariposa y al poco repitió hazaña esta vez en los Campeonatos del Mundo de Japón.
Entre Juegos Olímpicos, Mundiales y Pan-Pacíficos, Phelps atesora 59 Medallas de Oro, 11 de Plata y 3 Bronces. De las 28 conseguidas en Juegos Olímpicos, 23 son de Oro, batiendo hace ya tiempo lo conseguido por Marc Spitz, que consiguió 7 Oros en los Juegos de Munich de 1972 y atleta que servía de referencia en la Natación Mundial. Phelps en 2008 conseguiría 8 Medallas de Oro y ostenta el récord mundial de 3 disciplinas como nadador individual desde aquel mismo año y el siguiente. Con 31 años cumplidos pensaban que las nuevas generaciones empujarían fuerte para derrotarle, pero 5 Oros y 1 Plata en Río 2016 indican que el Campeón se retirará imbatido.
Para comprender el alcance mediático de una figura de este calibre, tenemos que compararlo a la fuerza con alguien de la categoría de Cristiano Ronaldo o Messi en España, con miles de fans que alcanzan la locura sólo por verlos en persona. En Estados Unidos la tradición por el deporte, más que centenaria, reserva a los deportistas olímpicos un lugar muy destacado en la sociedad americana y Phelps ha llenado y llena miles de portadas desde hace años. La responsabilidad civil de sus actos y comentarios tienen gran repercusión y eso da muestras de la importancia de su imagen como icono nacional. Cuando una deportista de su país le negó el saludo a una rusa, decepcionó de algún modo el espíritu deportivo de los Juegos y hasta en su país se lanzaron mensajes de repulsa, hasta que Phelps salió en defensa de su compatriota y criticó el “poco espíritu deportivo de los atletas rusos al doparse”, cuestión que ha devuelto las simpatías por la deportista estadounidense otra vez.
Todo alrededor de Phelps se mira con lupa. Desde la ropa que viste hasta las marcas que luce, sus comentarios, lugares de residencia, relaciones sentimentales, todo. En el Olimpismo están prohibidas las marcas publicitarias en la indumentaria personal y en todo objeto que porten los atletas, pues Phelps cubrió la marca de sus auriculares con una pegatina para cumplir el reglamento, pero se le pasó la zona de su cabeza, donde luce impreso el modelo. Se formó revuelo ante el descuido hasta el extremo de que ciertos sectores pedían su descalificación y retirada de medallas. Todo es grande alrededor de alguien grande, un atleta al nivel de los dioses mitológicos. Grande phelps, no podía portar nadie más la bandera en representación de su país en los Juegos de Río.
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Toni Ferrando.