Los megayates más lujosos del mundo
Disfrutar del mar en tu propio barco es el sueño dorado de muchas personas, aunque no son demasiadas quienes lo puedan hacer realidad. Aun así, estamos acostumbrados a ver a multimillonarios que con tan solo un chasquido de los dedos pueden obtener el yate de sus sueños. Grandes embarcaciones a todo dar y con todas las comodidades imaginables, ya que en gran parte de los casos, confunden el lujo con la extravagancia a la hora de mostrar su poderío económico.
Vemos embarcaciones dotadas de helipuertos, cines, piscinas, salas de juegos, salas de conciertos, lanchas, motos de agua, etc. En fin, todo lo necesario y más para darse un paseo de lujo por las aguas oceánicas a través de uno de estos súper yates. A continuación vamos a conocer alguna de las naves más destacadas de esta flota de lujo.
Al Said
Se trata de un yate propiedad del sultán Qaboos de Omán y es un yate a motor de 155 metros de eslora. Fue construido por la empresa Lürssen en el año 2007, siendo el segundo yate más largo del mundo en ese momento. Esta impresionante nave tiene capacidad para 70 invitados y 154 tripulantes profesionales que se encargan de garantizar una experiencia de lujo en cada trayecto. También cuenta con una sala de conciertos muy amplia, en cuyo espacio puede presentarse una orquesta de hasta 50 músicos. Este super yate alcanzó un precio de 267 millones de euros.
Dilbar
Otro mega yate también construido por el astillero Lürssen y entregado a su propietario en el año 2016, el magnate ruso Alisher Usmanov. Con 156 metros de eslora, está catalogado hasta el momento como el más grande del mundo en cuanto al volumen interior y ha sido diseñado por Espen Oeino. Trabaja con un imponente motor eléctrico ‘Diesel’ de 30.000 kw y alcanza una velocidad de navegación de 22,5 nudos. Con una tripulación no inferior a las 80 personas, tiene capacidad para 40 pasajeros. Cuenta con una piscina cubierta de 180 metros cúbicos, única por su tamaño dentro de un yate, además de cine privado, un imponente comedor, salón con piano y amplias cabañas en la cubierta. Su precio de compra ha sido de nada menos que 600 millones de dólares.
Pelorus
Se trata de otra nave de 115 metros de eslora diseñada por Tim Heywood y construida por Lürssen en Bremen durante 2003. Perteneció a un empresario saudí por poco tiempo, para luego ser vendido al multimillonario ruso Román Abramóvich, dueño del Chelsea Fútbol Club londinense. Este hizo varias modificaciones según sus necesidades a través de la empresa Blohm & Voss, entre ellas la construcción de un segundo helipuerto y la reforma de la suite principal, que fue acondicionada con una pared móvil para que se convirtiera en una imponente terraza privada.
Tras su ruptura en 2009, Irina, ex esposa de Román Abramóvich se con la propiedad del yate como parte del acuerdo de divorcio. Posteriormente lo vendería al empresario y productor estadounidense David Geffen por 300 millones de dólares. Este a su vez haría lo propio con el yate que por una cantidad de 188 millones de dólares fue a parar a manos del jeque Abdullah bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, Ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes. En 2016 el Pelorus cambiaría por última vez de dueño y actualmente pertenece al multimillonario chino Samuel Tak Lee, cuya fortuna neta es de 3,9 mil millones de dólares.
Eclipse
Como es obvio, un personaje del prestigio de Román Abramóvich no se iba a quedar sin barco así por las buenas. Lo cierto es que desde 2010 disfruta de este impresionante yate construido en los astilleros Tyssenkrupp Blohm & Voss de Hamburgo. Esta joya de los mares con 170 metros de eslora dispone 24 suites y cabinas para los pasajeros, discoteca, cine, dos piscinas, varios jacuzzis, tres lanchas, dos helipuertos, un minisubmarino y un sistema de seguridad anti misiles. A bordo del yate, las 70 personas componen su tripulación se encargan de que a nadie le falte de nada.
Azzam
El jeque Jalifa Bin Zayed Al Nahayan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos, es el propietario de este espectacular yate de 600 millones de dólares. Si bien puede no ser el yate más caro del mundo, sí que es el de mayor tamaño, con unas dimensiones de 180 metros de eslora y 20,8 metros de manga. Gracias a sus dos motores diésel y a dos turbinas de gas, puede generar 70 Mw de potencia que le dotan de una velocidad punta de hasta 30 nudos. Viene equipado con 48 dormitorios, 18 de ellos para los huéspedes y 30 para la tripulación. Según parece, también dispone de su propio submarino y de un sistema de defensa antimisiles, propio de cualquier jefe de estado.