Coleccionar barbies resulta todo un lujo

antonio 14 septiembre, 2014

Coleccionar barbies resulta todo un lujo porque ya de por sí esta famosa muñeca simboliza el lujo, la elegancia y el glamour. De todos es sabido que vestirla no es “cualquier cosa”, y los modist@s, diseñador@s y joyer@s más famosos del mundo, no se han podido resistir a exhibir sus creaciones usando su esbelta figura, eso sí, al tamaño exigido. En el año 2010 ya se asombraron propios y extraños cuando se subastó una barbie en Christie´s por la nada despreciable cantidad de 310.000 $, pero se trataba de una “obra con pedrería” incluida. Lo más chocante quizás, es que barbies más “modestas” en este sentido, pueden llegar a comprarse por 230.000 $, cifra “habitual” para los coleccionistas de los EE.UU. por las barbies más deseadas.

El cumpleaños de la muñeca Barbie se celebra cada 9 de marzo desde el año 1959. En esa fecha, el matrimonio formado por Ruth y Elliot Handler (cofundador de Mattel), buscaban la “muñeca ideal” para su hija. No se conformaban con la tradicional muñeca de trapo o porcelana, con formas y aspectos infantiles y desproporcionados fantásticamente. Con los nuevos materiales plásticos a disposición de la industria, buscaban también algo distinto y novedoso en el diseño. Sería en un viaje a Alemania donde encontrarían la inspiración, en una muñeca llamada “Lilli”, diseñada para los bares y tiendas alemanas y con un aspecto más adulto. Al comprobar el éxito que tenía entre el público alemán y en Barbara, su propia hija, decidieron diseñar algo parecido.

Rutt Handler se puso manos a la obra en el diseño y desde entonces numerosas colecciones de muñecas, vehículos, animales y multitud de vestidos, complementos y accesorios han llenado la vida de millones de niñas del mundo. Incluso la incorporación de Ken sería recibida con increíble aceptación, pues a partir de entonces, numerosos niños podían “unirse a la fiesta barbie”, sin ningún motivo sexista al respecto. No libre de polémica desde su fundación, Elliot Handler cofundaba la Mattel, cuya primera operación estratégica sería adquirir los derechos de la popular Bild Lilli alemana, deteniendo su producción en alza, hecho que la ha convertido en otra pieza de colección en Europa. La otra polémica que siempre ha perseguido a las barbies, es su diseño en si, demasiado “exigente” para las niñas, pues era la muñeca donde todas ellas se miraban y miran con todas las intenciones de imitarla. Algún modelo ha sido retirado del mercado para “retocar” alguna curva “antinatural” del cuerpo humano. Pero su línea ha sido siempre “exigente”. La “Barbie embarazada” fue otro “proyecto fracasado” por el escándalo que produjo.

Coleccionistas de barbies compran y venden en los cinco continentes. Se buscan ediciones limitadas y se sueña por esos diseños exclusivos que los maestros de la moda (sin olvidar la lencería y joyería) han creado usando a la muñeca como modelo. La Barbie Fashion Model Collection está dirigida a un público adulto. Se inició en el año 2000 e intenta recuperar el peso y textura de la Barbie original, para ser exacto, del molde donde se fabricó la primera en 1959. Existen versiones de Grace Kelly, Elizabeth Taylor y Audrey Hepburn.

La producción no se ha limitado a la fabricación de Barbie y Ken. Existe un gran número de hermanas y amistades de los protagonistas, además de profesiones, muy valorados por los coleccionistas. Los primeros personajes aparecidos como acompañantes fueron Chiristie, Kira/Marina, Kayla, Lea, Whitney, Pj, Steven, Alan, Francie, Jazzie, Becky, Tommy, Blaine, Todd, Krissy, Cara, Steffie y Stacey. Otras apariciones esporádicas, son muy valoradas por su escasa producción, como Kevin, Kelley, Jamie, Stacy, etc. En la actualidad el “círculo Barbie” lo componen Chelsea, Stacy, Skipper, Midge, Teresa, Nikki, Summer, Raquelle, Ryan y, por supuesto, Ken.

Se han rodado la friolera de 30 películas de barbie, la primera en 1980 y las dos últimas este mismo año 2014. También varios videojuegos. Muchos coleccionistas han “salido del armario”, apareciendo en televisión y otros medios, exhibiendo sus extraordinarias colecciones, como Luli Gringo, que acumula más de 3000 piezas y gasta al año 30.000 $ en la adquisición de nuevas muñecas. No debemos dejar de lado que esta muñeca ha sido imitada por otros fabricantes de los cinco continentes, ha creado estilo propio e incluso ha influido en la moda del vestir, por eso se ha convertido en un artículo de culto y coleccionismo que está batiendo récords en las casas de subastas más famosas del mundo, aunque a nivel particular ya se conoce la venta de algunas piezas, superando los 300.000 euros. Las convenciones anuales, por ejemplo en España, reúnen a más de 150 participantes.