Black Iceberg de Max Zhivov el yate más extremo
Max Zhivov es un arquitecto ruso apasionado por la navegación, que se dedica a diseñar yates realmente alucinantes, un ejemplo perfecto es este Black Oceberg (Iceberg Negro) un yate de 35 metros de eslora especialmente pensado para la navegación en condiciones climatológicas de frío extremo.
Los mares helados del norte, los barcos vikingos y, en general el estilo de vida escandinavo, han sido las grandes inspiraciones de Maz Zhivov a la hora de plantearse este nuevo proyecto conceptual, llamado Black Iceberg. Construido enteramente en carbono, la idea era que el barco se asemejara a un gran bloque de hielo, por ello le añadió una característica distintiva, una especial textura del carbono que le da un aspecto de superficie rota en ambos lados del casco. El carbono es un material ligero, resistente y fácilmente maleable en las circunstancias adecuadas, por lo que ofrece una gran cantidad de posibilidades de diseño, como este acabado que se puede aplicar a cualquier otra superficie.
Estéticamente, Black Iceberg de Max Zhivov es un barco robusto, que transmite sensación de seguridad y esmero en el diseño. Tanto su exterior como su interior están llenos de detalles imaginados por el arquitecto para un disfrute máximo de la experiencia de navegar. Un ejemplo es la decoración exterior con las ventanas de cabina camufladas en mosaico.
En el interior, Black Iceberg de Max Zhivov tiene un salón y un comedor en la cubierta principal, dos camarotes principales, el más grande se encuentra en el centro del barco y ocupa todo el ancho de la nave, el otro está en la proa; también tiene otros dos camarotes para invitados (los camarotes de la tripulación están en la popa).
Black Iceberg de Max Zhivov cuenta con 32 metros cuadrados de paneles solares situados en la superficie superior de su estructura que aportan electricidad a la navegación y otros usos, por lo que además de bello y potente, el Black Iceberg también es sostenible.
Black Iceberg de Max Zhivov es un yate capaz de navegar en casi cualquier circunstancia, por extrema que sea y de alcanzar una velocidad de crucero de 25 nudos.
Marga G.-Chas Ocaña
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