“El blog del lujo”

Un blog de bolsamania.com


Publicidad
Gatos

gatos y escritores

Hay una relación especial entre gatos y  escritores. Los escritores suelen ser más amantes de los gatos que de los perros. Será porque los gatos se adaptan mucho mejor que los canes a las largas jornadas de los literatos ante una maquina de escribir, un ordenador o un simple cuaderno. Estos son algunos de los egenios de la  literatura que, abiertamente, han declarado preferir a los gatos. Verás que, entre ellos, hay alguno que como poco, podríamos calificar de inquietante.

Ernest Hemingway adoraba los gatos. Durante años vivió en Florida, en Kay West, en una casa colonial que le compró su tío en 1931. Allí creció Snowball, un gato de seis dedos que le regaló un marino mercante cuando sólo era un cachorrillo.

Los hijos de este gato, la mayoría con seis dedos, fueron engrosando la familia de Hemingway hasta ser más de 50. En la actualidad, la casa es un museo que se  puede visitar y los descendientes de estos gatos siguen viviendo en ella, atendidos por su nieta.

Desgraciadamente, por culpa de un  visitante, hay un  litigio pendiente con las autoridades, que quieren cobligar a los gatos de Hemingway a ser considerados como animales de un circo.

Otra pequeña anécdota. Cuando el año pasado, el huracán Irma asoló Florida, no hubo forma de sacar a los gatos de la casa de Hemingway. Por suerte, la casa aguantó con los vientos de hasta 200 kilómetros por hora y todos los gatos sobrevivieron.

Mas gatos y escritores: Jean-Paul Sartre tenia un gato de pelo largo, que le acompañaba cada día mientras el filósofo escribía. Como uno de los máximos exponentes de la corriente existencialista, no es de  extrañar que Sartre pusiera a su gato el nombre Rien (Nada en francés).

Bukowski ha sido uno de los escritores más polémicos, irreverentes, controvertidos, transgresores y políticamente incorrectos del siglo XX. Le gustaban los gatos y llegó a tener hasta nueve. En una ocasión dijo:

“En mi siguiente vida, quiero ser un gato”, dijo el escritor Charles Bukowski. “Para dormir 20 horas diarias y esperar a que me den de comer. Para no hacer nada y lamerme el culo”.

Gatos y escritores: Hay un libro que se llama simplemente Cats (Gatos) que recoge inquietantes relatos cortos sobre gatos y un poema, que Bukowski escribió en distintos momentos de su carrera.

Algunos de los padres de la  ciencia ficción son totalmente pro gatos. H.G. Wells tenía gatos. Arriba Aldous Huxley con su gato.  Abajo Ray Bradbury con el suyo.

Parece que los gatos esán ligados al mundo de la creatividad y son una importante inspiración para sus  dueños.

 

Juan Cocteau. Polifacético, prolífico y complicado. Como no, amante de los gatos. Este es su minino Kerou.

Herman Hesse, que tenía varios gatos. Este es Lowe y era su  preferido.

Paul – Michel Foucault, pensador, filósofo, sicólogo. Un malabarista de las  ideas. Un destructor de ideas preconcebidas y un reflexivo admirador de los gatos.

Truman Capote es otro de los genios de la  literatura que no pudo resistirse al  encanto de los gatos.

Terminamos este «Gatos y escritores» como empezamos, con una imagen de William S. Burroughs y una cita de su  reflexión  sobre los gatos, los  seres humanos y la relación entre ambos, llamada «Gato encerrado», que espero que sirva como protesta contra el abandono animal:

«Hay un aura de fatalidad y de tristeza aplicable a esta pequeña criatura confiada. Ha sido abandonado muchas veces en los últimos siglos, abandonado hasta la muerte en fríos callejones de ciudad, en descampados azotados por el sol del mediodía, en fragmentos rotos de cerámica, ortigas, muros caídos de barro. Muchas veces ha llorado, pidiendo ayuda en vano.»

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

video