Zaha Hadid, la arquitecta de las formas visionarias
Nadie es profeta en su tierra y a la mayoría de las mentes creativas más preclaras les llega su reconocimiento una vez fallecid@s. Este ha sido -en parte- el caso de la gran arquitecta de estética visionaria Zaha Hadid, que a pesar de haber recogido en vida muchos e importantísimos premios, como el Pritzker (considerado como el Nobel de arquitectura), podría haber conseguido mucho más si el éxito no le hubiera alcanzado de forma tardía.
Extranjera en Gran Bretaña y ¡mujer!, Zaha Hadid tenía claro que las cosas no le iban a resultar fáciles a pesar de una brillante carrera académica, tanto como estudiante (fue compañera de universidad de Rem Koolhaas, por ejemplo) como en sus laabores docentes como profesora invitada en las universidades de Columbia o Harvard (ocupaba un puesto honorífico en la Escuela de Diseño de Harvard).
Ahora que todo el mundo conoce su nombre como arquitecto, lo que mucha gente aún desconoce es su inagotable capacidad de trabajo, con continuidad desde comienzo de la década de los 80. Zaha Hadid compaginó su carrera como arquitecto con sus labores docentes en las más prestigiosas universidades del mundo, desde cuyas aulas impartió clases magistrales a las nuevas generaciones de estudiantes de arquitectura.
Zaha Hadid tiene también otra faceta bastante desconocida par ale público en general, ya que además, desarrolló una brillante labor artística, con numerosas exposiciones de dibujo y pintura que fueron éxito en las más destacadas galerías de todo el planeta, desde Tokio a Nueva York (pasando por Franckfurt). Sus obras le servían como vía de exploración sobre nuevas formas y volúmenes sobre los que desarrollar nuevos proyectos y construcciones.
Zaha Hadid fue una visionaria con una mentalidad adelantada a su-nuestra época. Supo ver como nadie, que las nuevas tecnologías harían posible dos cosas: por un lado, la posibilidad de desarrollar los proyectos al detalle gracias a los avances de la tecnología digital y los modernos software en 3D (lo que la convirtió en precursora de la utilización de maquetas virtuales) y que los parámetros en cuanto a materiales, ingeniería y técnicas constructivas, estructuras, etc… supondrían para la creatividad arquitectónica, una limitación cada vez más escasa.
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Sus modernísimas -y estéticamente inconfundibles propuestas- fueron en sus proncipios ampliamente criticadas, denostadas y rechazadas, aunque su poderosa intuición, sus teorías sobre las formas -a las que daba un alcance casi filosófico- y su constante afán por convertir en realidades sus posturas creativas con gran éxito, consiguieron al fin romper la barrera del conservadurismo y seducir tanto a clientes, como a crítica y jurados.
Mencionar todos los premios, menciones y éxitos obtenidos sería una lista larga y aburrida, por lo que solo mencionaremos dos muy destacables, el Pritzker, que le fue concedido en San Petersburgo y el Mies Van de Rohe, que le fue otorgado en Barcelona, ambos le llegaron a principios del nuevo siglo.
La creatividad de Zaha Hadid no tenía límites y su éxito fue la clave que le permitió desarrollar sus múltiples talentos para el diseño sin traba alguna. Además de su estudio Zaha Hadid Architects, con base en Londres, creó una división de diseño Zaha Hadid Design, en la que se pueden encontrar objetos de los más variopinto, desde piezas de mobiliario, objetos de uso cotidiano, como tazas u objetos preciosos, como joyas.
Hoy en día, su estudio de arquitectura de Londres, desde el que trabajó las últimas décadas, se mantiene en funcionamiento, guiado por el que fue su más estrecho colaborador, cuenta con delegaciones en varios países, una plantilla de 400 trabajadores en staff de prácticamente todas las nacionalidades y cuenta en su portfolio con casi un millar de proyectos desarrollados (o a desarrollar) en 44 paises.