St Erik Chips las patatas fritas más caras del mundo
Que en una cervecería de renombre te pongan un platito de patatas fritas por cortesía de la casa cuando te tomas una cañita puede parecer algo intrascendente, por lo habitual. Las patatas fritas –o chips, como las llaman los anglosajones- pueden parecer un aperitivo humilde, acostumbrados como estamos a la nueva moda de los aperitivos gourmet y a las tapas de diseño.
Si nos referimos a la cervecería St Eriks Bryggeri y a sus patatas fritas, la cosa deja de lado todo lo que tenga que ver con la humildad o la banalidad y nos mete de cabeza en el mundo de la exclusividad, de lo Premium y de lo más selecto.
Porque las patatas chips de la cervecería sueca St Eriks Bryggeri no son unas patatas fritas corrientes y molientes; son creaciones de prestigiosos chefs del equipo culinario nacional sueco y están elaboradas con algunos de los más exclusivos ingredientes disponibles en los países nórdicos.
En St Eriks Bryggeri son de la opinión de que una cerveza exclusiva requiere un aperitivo exclusivo y desde que pusieron en circulación su exclusiva cerveza India Pale Ale, les daba la impresión de que cuando se la servían a sus clientes les faltaba algo, una exquisitez con la que acompañar el delicado sabor de esta cerveza Premium.
Para paliar esta carencia, los profesionales de St Eriks Bryggeri se aliaron con el equipo culinario nacional sueco para crear las patatas fritas más exclusivas del mundo. Las patatas chips de St Eriks están cuidadosamente dispuestas en una caja rígida. Cada caja contiene 5 chips, cada uno de ellos de un sabor diferente y están elaborados con ingredientes raros y altamente apreciados por los más exclusivos chefs.
La base de las chips de St Eriks es una patata frita perfecta, elaborada con Ammarnäs Potatoes, una especialidad de deliciosas patatas orgánicas que se cultivan de forma tradicional en una ladera de la localidad sueca de Ammarnäs. Una vez elaborada la patata chip, se le da un toque de sabor especial, que es el secreto de su exclusividad.
Entre los ingredientes de las chips de St Eriks encontramos el selecto Matsutake, una de las especies de hongos más buscadas del mundo, que se caracteriza por su sabor similar al del queso curado y que se obtiene exclusivamente en los bosques de pinos del norte se Suecia. Para preservar su calidad son recogidos a mano con guantes de algodón.
Otro de los ansiados ingredientes de las chips de St Eriks son las Algas de Trufa, son unas algas que sólo se encuentran en pequeños racimos, en aguas muy frías y que se llaman así porque su sabor recuerda al de las trufas. Las que utiliza St Eriks provienen de las aguas alrededor de las Islas Feroe.
Eneldo de la corona (Crown Dill), cuidadosamente seleccionado entre las distintas variedades de eneldo, este concretamente, se recoje a mano en la península de Bjäre en el sur de Suecia y seleccionado por su sabor fresco, pero potente, para formar parte de los ingredientes de los exclusivos chips de St Eriks.
La Cebolla Leksand es una variedad exclusiva de la pequeña ciudad sueca de Leksand, muy soilicitada por su calidad y sabor y junto con el mosto resultante del proceso de elaboración de su selecta India Pale Ale, tras pasar por un proceso de liofilización son los sabores que se aplican a las patatas fritas más caras del mundo.
Aún no hemos hablado del precio. Cada caja a la venta contiene 5 patatas fritas. No cinco patatas enteras, sino 5 chips, cada uno de un sabor diferente. Se ha realizado una edición limitada de 100 cajas que se ha vendido íntegramente, como puedes ver en la foto de su web donde reza: “sold out”. El precio de cada caja es de 50 euros que-todo hay que decirlo- han sido donados en su totalidad para obras benéficas.
De todas formas, si se te han puesto los dientes largos, estate pendiente porque en vista del éxito, St Eriks ya ha anunciado una nueva edición de estas, famosas y carísimas patatas fritas.
Marga G.-Chas Ocaña