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Todo a punto para el comienzo del festival de Eurovisión 2019

Tel Aviv se viste ya con sus mejores galas para recibir a los 41 países que acuden a la ciudad israelí con la intención de dar lo mejor de sí para tratar de coronarse vencedores en la final del festival de la Canción de Eurovisión 2019 que se celebra el próximo 18 de mayo y que será retransmitida por La 1 de TVE.

Como muchos saben, a priori hay seis países clasificados directamente para la final, el anfitrión (en este caso Israel) y los componentes del llamado ‘Big Five’ (España, Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia), que no son otros que aquellos que cada año hacen la mayor contribución económica a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) para que el festival pueda salir adelante.

El Pabellón 2 del Centro de Convenciones de Tel Aviv albergará la gala del sábado con la final en juego durante la actuación de 26 países, los 20 que superen la fase previa, además de los cinco del Big Five e Israel.

La primera de las semifinales tendrá lugar el martes 14 a las 21.00 horas y será retransmitida en directo por La 2 de Televisión Española. En ella participarán en este mismo orden las delegaciones de Chipre, Montenegro, Finlandia, Polonia, Eslovenia, República checa, Hungría, Bielorrusia, Serbia, Bélgica, Georgia, Australia, Islandia, Estonia, Portugal, Grecia y San Marino.

En la segunda de las semifinales que se celebra el jueves 16 y del mismo modo podrá verse por La 2, estarán presentes Armenia, Irlanda, Moldavia, Suiza, Letonia, Rumanía, Dinamarca, Suecia, Austria, Croacia, Malta, Lituania, Rusia, Albania, Noruega, Los Países Bajos, Macedonia y Azerbaiyán, en ese orden.

El representante español Miki Nuñez ya ha realizado los primeros ensayos en Tel Aviv con su tema ‘La venda’ y ya se han filtrado algunos de los secretos sobre su puesta en escena. Todo apunta a que una estructura rectangular que parece representar a una casa con varias celdas en forma cuadrada, será la protagonista desde el fondo del escenario.

Lo cierto es que el festival de Eurovisión está hoy en día muy lejos de aquellos comienzos en los que el intérprete y la canción eran lo único que centraba la atención del público. Desde hace ya varios años, la puesta en escena y el show lumínico y tecnológico es el que en gran medida atrae el foco de atención.

La rentabilidad de Eurovisión

El paso de los años y su metamorfosis no ha variado ni un ápice la expectación que levanta este festival de carácter continental. Solo hay que echar un vistazo a sus cifras para darse cuenta de que, con una inversión relativamente pequeña, es capaz de congregar alrededor de la pantalla a un número de espectadores solo comparable con un importante evento de fútbol. El pasado año en España fueron 8 millones de telespectadores con un share para la cadena del 51,2% de la audiencia.

El coste de este año para la cadena pública está estimado en unos 75.000 euros destinados a la escenografía de Fokas Evangelinos y al alquiler de estructuras y material de iluminación. A lo que habría que sumar los gastos en salarios de los artistas, equipo de televisión y comentaristas desplazados. Teniendo en cuenta que la cadena dedicó 39 millones de euros a pagar los derechos de retransmisión en los partidos de las fases de clasificación de la Euro 2016 y el Mundial 2018, la inversión para Eurovisión parece un chiste.

Los datos que conocemos tras la pasada edición de Eurovisión celebrada en Portugal nos indican que la cantidad total invertida en la organización del festival fue de 20 millones de euros, lo que la convierte en la más barata desde 2008, pese a que el evento ha sido uno de los más elogiados.

Por su parte, la Asociación de Hostelería destaca que el impacto económico para Lisboa fue superior a los 100 millones de euros. Es decir, que estarían encantados de volver a celebrar otro festival así.

Otro ejemplo del tirón que tiene esta cita lo deja claro el hecho de que artistas como Madonna, que interpretará dos temas de su álbum Madame X, se sumen participando activamente en esta fiesta. Basta ver que este año que el festival tiene como sede Tel Aviv, los vuelos a la ciudad ya se han incrementado hasta en un 26 por ciento.

Esto nos muestra bien a las claras que el festival de Eurovisión, al margen de ser un acontecimiento musical que contribuye a estrechar vínculos entre los países que forman parte de él, también se puede catalogar como un interesante modelo de negocio.

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