Gabriel Kreuther y la revolución culinaria de Nueva York
No se trata de que sea nuevo en la profesión y haya triunfado de repente, ya que Gabriel Kreuther tiene una considerable carrera profesional, reconocida y premiada (3 estrellas Michelin en el Atelier del Hotel Ritz Carlton y otras 3 en The Modern, el restaurante del MoMa), pero hace menos de dos años que abrió el suyo propio, en la calle 42 de Nueva York y, en tan poco tiempo, ya ha recibido algunos de los premios más prestigiosos del mundo, entre ellos el Mejor Nuevo Restaurante de Nueva York, 3 estrellas de la Guía Gastronómica de Nueva York, 1 Michelin, uno de los 10 Mejores Restaurantes de Estados Unidos y uno de los 10 Mejores Nuevos Restaurantes del Mundo.
Con esta introducción, vamos a hablarte de Gabriel, el restaurante de Gabriel Kreuther, un artista de la cocina de vanguardia, que no olvida los sabores de la gastronomía alsaciana de su infancia, ni de la francesa, que fue su escuela.
Gabriel, el restaurante de Kreuther es elegante, invita a la relajación, tonos suaves y sensación de comodidad. La decoración es obra de Glen Coben, que combinó audazmente distintos materiales y texturas, como los pilares revestidos de granero y paneles de cobre.
La concepción del espacio es abierta y sin embargo se crea la sensación de espacios íntimos gracia a la iluminación y originales elementos separadores. El estilo es bastante europeo y contrasta con los típicos restaurantes de Nueva York.
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Gabriel ofrece un ambiente artístico y platos muy creativos y llamativos, de los que entran por los ojos y chocan por su colorido y formas. Su precio está en la media, casi es barato para su categoría y sin embargo, el servicio es de una elegancia formal que raya casi en lo ceremonial. Asientos cómodos, mesas perfectamente ajustadas con cristalería delicada y cubertería minimalista, casi quirúrgica.
Además de la gran sala principal, Gabriel cuenta con un lounge, un bar especializado en cócteles.
En cuanto a la carta, no faltan algunos de los ingredientes más típicamente alsacianos, como el kugelhopf y el chucrut, pero rediseñados en su aspecto y presentación y con acompañamientos que no son los habituales. En general, ingredientes de primera calidad, mucho esmero en la elaboración de recetas innovadoras y especial atención en sabores intensos y contrastados.
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Antes decíamos que su precio está muy bien, la verdad es que sí. La carta se divide en secciones que tienen un precio fijo y a los platos especiales se les añade un suplemento. Además hay menú, con dos platos para la comida y un precio de 52 dólares y de cuatro platos para la cena con un precio de 98 dólares.
Si no sabes qué pedir, el crítico gastronómico The Times te recomienda: Langostino tartare; Terrina de foie gras; Esturión y tarta de chucrut; Ancas de rana; Dorada royale al horno; Trufa jugo de codornices asadas; Squab y foie gras croustillant y en cuanto a los postres, los recomienda todos.