Suite por 30.000 euros la noche en Estambul

antonio 30 julio, 2016

550 metros cuadrados mide la suite más cara en un Palacio del siglo XIX ubicado a las afueras de Estambul. Además de la más grande del mundo, puede que sea también la más cara y sólo grandes mandatarios, grandes fortunas y artistas de renombre se alojan, como Sting, los componentes del grupo U2, el Real Madrid, la reina Beatriz de Holanda o los Presidentes de otros países cuando viajan en visita privada. Se trata del Hotel Ciragán Palace Kempinski y se encuentra a unos 5.5 kms del centro de la ciudad, en la orilla europea del Bósforo.

El ahora Hotel de cinco estrellas se construyó como un Palacio entre los años 1863 y 1867, en pleno barrio de Ortakoy. Lo ordenó construir el sultán Abdulaziz I al arquitecto armenio Nigogayos Balyan. La fachada está compuesta de mármoles de distintos colores y el interior originalmente estaba revestido de madera, tanto las paredes como los techos. Todavía quedan muchas partes conservadas pero en el año 1991 los propietarios actuales del Hotel intervinieron para restaurar y mejorar todas sus instalaciones y reforzar la estructura, formando parte de un gran complejo hotelero (cadena hotelera Kempinski), ubicando las suites de lujo en el Palacio.

En esta reforma de 1991 se optó por recuperar el aspecto de estilo barroco que tenía originalmente el Palacio, encargando murales y decorados al artista alemán Rainer María Ratzke, otorgando un ambiente luminoso y mediterráneo, incluida la piscina exterior. En el año 2007 se efectuó una mejora general para adaptar las habitaciones a las nuevas necesidades de los clientes. Las zonas de spa, la piscina exterior y los servicios para el cuidado y la belleza del cuerpo forman ahora un conjunto mucho más accesible, donde se dispone de wi-fi y de profesionales dedicados al cuerpo o servicio de bebidas, reduciendo las áreas privadas. Esta particularidad ha mejorado la estancia a los grandes grupos de negocios, familiares o equipos deportivos y de amigos. También en las habitaciones se instalaron conexiones ADSL, nuevas pantallas de plasma y otras comodidades.

En cuanto a la suite que nos interesa, la Suite Sultán, se encuentra orientada al Bósforo, con pequeños balcones y ventanas, pero también dispone de vistas a la entrada principal. El mobiliario fusiona el estilo turco con toques coquetos del XIX francés, pero está presente una atmósfera victoriana que le otorga un lujo recio, a pesar de la “informalidad” de situar cómodos sillones y mesas junto a las grandes camas, formando el dormitorio como una invitación a esa última reunión para antes de acostarse y los desayunos junto a la cama. No se observan a simple vista ninguna tecnología contemporánea, pues están escondidas en los lugares estratégicos. En la exquisita decoración de las paredes cuelgan unos magníficos espejos de artesanía, así como los baños, que son réplicas exactas de los utilizados en el Palacio a mediados del siglo XIX.

El Hotel dispone también desde la última reforma de nuevas tiendas, dos restaurantes, se añadieron zonas para reuniones y banquetes, y aumentaron los servicios básicos. Curiosamente el Hotel Ciragán compite con otro de la ciudad por disponer de la habitación más lujosa y cara del mundo, con el Hotel Shangri-La, que ofrece una suite de 366 metros cuadrados por algo más de 23.000 euros la noche. Ambas son de un gusto exquisito. Ya se habla en otro post anterior sobre este otro grandioso Hotel, así que podéis compararlos. Sin duda el lujo turco es precursor del buen gusto y los europeos nos hemos guiado mucho en sus composiciones, sobre todo cuando nos hemos referido al “lujo oriental”, ahora relacionado con Extremo Oriente, pero hasta podo después de la II Guerra Mundial, dicho lujo oriental no era otro que el de Estambul y su exquisito estilo de vida.