Impresionante oasis de lujo en Marrakech

En pleno desierto y con las montañas del Atlas de fondo, no se puede concebir mayor lujo que el oasis -rodeado de jardines y olivares y con el agua como constante, tanto decorativa como terapéutica- que representa el nuevo Hotel Madarin Oriental Marrakech, una combinación del exquisito lujo oriental y tradición marroquí, con mucho encanto, espacio, estilo y confort.

 

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El Hotel Mandarin Oriental Marrakech ofrece 54 espectaculares villas y 9 suites en las que la comodidad y privacidad son las máximas a seguir. Todas ellas ofrecen espacio y lujo destinado a la relajación, en un ambiente que reinterpreta la cultura y patrimonio marroquí.

Las villas ofrecen la mejor combinación de estilo, espacio y lujo. La decoración relajante reinterpreta el rico patrimonio local de Marrakech y funde el diseño tradicional marroquí con los emblemáticos toques de Mandarin Oriental para conseguir un efecto impresionante. Dos tipos de villa, para 3 o 5 personas, ambas con patio privado ajardinado, piscina, jacuzzi, zona gourmet exterior para que los chefs preparen la cena; en el interior una combinación de lujo asiático y oriental que combina piezas de artesanía bereber, tapices y alfombras tejidas a mano con lo último en tecnología y confort.

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Las suites van desde los 138 metros cuadrados hasta el impresionante penthouse de 1.138 metros cuadrados que ocupa toda una planta del Mandarin Oriental Marrakech y consta de varias suites comunicadas entre sí. Decoración elegante, lujo y sofisticación en todas las estancias; delicadeza en los dormitorios y cuartos de baño grandiosos con bañeras profundas, duchas de vapor y baño turco integrado. Como el resto de las suites, el penthouse hace gala de una buena comunicación entre el exterior y el interior, con acceso a una serie de terrazas que alternan piscinas de inmersión privadas, solarios y zonas para comer al aire libre de un cielo estrellado.

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Como se trata de un oasis, no podía faltar un spa, un exclusivo espacio holístico que es el oasis definitivo dentro del oasis del hotel; con un entorno inspirado en las antiguas mezquitas andaluzas, el spa es un templo dedicado a la salud, bienestar y rejuvenecimiento. El spa del Hotel Mandarin Oriental Marrakech ocupa un área de 1,800 metros cuadrados, con seis salas para tratamientos, dos de las cuales son dos suites con jardín privado, a las que se accede por hermosos pasillos de ladrillo rojo dispuestos alrededor de un hermoso estanque. Tambien cuenta con bañeras de hidromasaje, áreas para tratamientos al aire libre, una sala dedicada al masaje tailandés, dos lujosos hamanes marroquís, una peluquería y un completo salón de tratamientos de estética.

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De la restauración se encarga la famosa chef Meryem Cherkaoui, que proporciona exquisitas experiencias culinarias en el restaurante Mes’Lalla donde ofrece cocina marroquí tradicional con un toque contemporáneo, Cherkaoui recoge el singular patrimonio culinario de Marruecos y lo actualiza con un interesante toque de modernidad. Si quieres disfrutar de algo más, Le Salon Berbere te tentará con su oferta internacional que evoluciona a lo largo del día desde un elegante establecimiento para desayunos a salón de té y, por último, bar de champán. Pero si lo que prefieres es una comida relajante al aire libre, el restaurante Pool Garden ofrece una variada carta de platos de cocina mediterránea bajo las pérgolas de buganvillas con vistas a los jardines y la piscina.

Marga G.-Chas Ocaña